Pésaj es una de las fiestas judías que mayor preparación requiere. Puesto que además de ser muy importantes para el pueblo, es celebrada y festejada alrededor del mundo. Es una fiesta que nos une como familia y como comunidad.
THELMA KIRSCH
Si analizamos la Hagadá que leemos en ambos Sidurim, nos daremos cuenta de que ésta se encuentra plagada de preguntas. Podemos decir que la Hagadá es contada “para responder a todas esas preguntas”, incluso hay quien dice que no estamos obligados a leer la Hagadá si no surge alguna pregunta, y curiosamente surge el ¿por qué la necesidad de preguntar?
Aquel que se toma la molestia de hacer una pregunta es porque “está realmente interesado en obtener una respuesta”.
Se acostumbra que sean los niños los que planteen los cuestionamientos iniciales (aún cuando no lo entiendan, o que simplemente canten) pero nosotros, los mayores estamos obligados a pasar el mensaje de Pésaj, para asegurar nuestra continuidad como nación, la cual radica en la unión familiar.
Si logramos despertar el interés de los niños, y que ellos indaguen entre sus mayores, con sus padres y sus abuelos acerca de los orígenes de su pueblo y de su religión, lograremos que en cada generación tengamos personas que se ven a si mismas como si hubiesen salido ellas mismas de Egipto, como si hubiesen vivido cercanas a Moshé y por lo tanto cercanas a las Leyes del Creador.
Debemos reflexionar, buscar respuestas ante las dificultades que como individuos y comunidad se nos presentan.
Problemas que como pueblo y como nación que lleva a portar la bandera de paz y responsabilidad al mundo entero.
Ahora, pasemos a los cuatro hijos que se representan en la Hagadá:
El hijo inteligente, el que quizá se quede callado, pero que sabe preguntar y su mente está llena siempre de preguntas, preguntas tales como: ¿Por qué somos judíos? ¿Para qué somos judíos? ¿Cuál es nuestra misión como judíos? ¿Cuáles son las cosas que no debemos hacer como judíos? El hijo inteligente, si no encuentra quien responda sus preguntas en ese momento, siempre buscará la respuesta, pero jamás se quedará con la duda.
El hijo malo se pregunta: ¿Judío? ¿Yo? ¡Pues mi madre es judía, entonces yo debo ser judío! La verdad, no sé mucho de este tema, pero todos me llaman judío, así que… ¡Qué bueno es pertenecer al pueblo elegido!
El hijo simple se pregunta: ¿Qué es esto? Estudio en un colegio judío, mis amigos son judíos, voy al templo un par de veces al año, ¡Qué mas da, hago lo que me dicen! Entonces debo ser judío y hago lo que todos hacen. Y no se preocupa más…
El hijo que no sabe preguntar: Él no hace el intento por saber nada más, (o cómo diríamos hoy en día, “no sabe ni qué onda”) lo escucharemos diciendo: “estamos de maravilla, jamás hemos estado mejor. Mira a los otros pueblos y a las otras comunidades, compáralas con nosotros y podrás verás que están mucho peor que nosotros, (pero lo triste es que no hace nada por mejorar la situación).
Y la Hagadá continúa con muchos cuestionamientos: ¿Qué es UNO? ¿Dos? ¿Tres? …
Al final no son mas que preguntas que se responden para responsabilizarnos, para responsabilizar a nuestros hijos, para contar a los menores y recordar a los mayores que es un pueblo que a través de muchos cuestionamientos, lógica y estudio ha sobrevivido, se ha mantenido como tal, se ha unido y sobre todo ha mantenido la relación mas importante de todas: la relación familiar.
La comunidad de Monterrey está preparando un segundo Seder comunitario para que todos los que lo deseen puedan participar. Un Seder al que asistirá un gran número de personas y que será dirigido por nuestro Rabino Pinchas Ben Mordechai Halevi y por su esposa Renana.
Ellos están preparando (además de la lectura tradicional de la Hagadá) una Trivia en la que surgirán preguntas relativas a la festividad en la cual se verán involucrados todos los asistentes. Preguntas que divertirán a los asistentes y les harán aprender acerca de la festividad, de la historia de la Salida de Egipto y de las costumbres y tradiciones que se guardan durante la semana.
El menú estará a cargo del Centro Israelita y se planea servir los platillos que simbolizan al máximo estos días tan especiales. Deliciosos platillos que serán cocinados con las instrucciones de nuestra administradora Karla Mendelejis de la mano de la esposa de nuestro Rabino, quién ya esta semana se da a la tarea de convertir al Centro Israelita en un sitio totalmente Kosher le Pesaj.
“Kol Ha Kavod” para todos los que allí trabajan y para la Mesa Directiva que apoya la actividad. Nuestro reconocimiento por este gran trabajo y este esfuerzo por lograr que todos celebren esta fiesta que nos une como pueblo, con una identidad propia, que nos reconoce como nación y que nos muestra cómo el pueblo judío, a través del Creador, recibió por medio de Moshé el conocimiento que la humanidad precisa para convertir al mundo en un sitio digno para vivir.