El ataque es en respuesta al lanzamiento de misiles contra el destructor estadounidense USS Mason en el mar Rojo, aunque los hutíes han negado ser los autores.
Estados Unidos bombardeó este miércoles tres radares pertenecientes a las milicias hutíes en Yemen en respuesta al lanzamiento de misiles contra el destructor estadounidense USS Mason, según informó el lunes pasado el Pentágono.
“Los objetivos de los ataques fueron radares que participaron en el reciente lanzamiento de misiles que amenazó al USS Mason y otros busques que operan en aguas internacionales del mar Rojo y el estrecho de Mandeb”, apuntó el Pentágono. “Las primeras evaluaciones muestran que fueron destruidos”.
El USS Mason detectó este miércoles por segunda vez en cuatro días el lanzamiento de un misil supuestamente desde territorio hutí, que en ningún caso impactó en el buque o causó heridas a la tripulación, ya que EEUU desplegó contramedidas defensivas.
En la nota del Pentágono se advierte de que EEUU “responderá” a cualquier amenaza futura “según corresponda” para proteger a su “personal, buques y libertad de navegación en ese importante corredor marítimo”.
Los hutíes lo niegan
Por su parte, los rebeldes chiíes han negado este jueves haber atacado al navío de guerra estadounidense.
Las afirmaciones estadounidenses “no tienen ningún fundamento”, ha declarado la agencia rebelde Saba citando a un responsable militar del campo aliado a los hutíes. “El ejército [aliado a los rebeldes] y los Comités populares [milicias] no tienen nada que ver con esta acción”, ha agregado este responsable.
El conflicto yemení enfrenta a las dos facciones del Islam. Por un lado los rebeldes hutíes (chiíes) y, por otro lado, las fuerzas leales al gobierno de Abdo Rabu Mansur Hadi (suníes). Los primeros cuentan con el apoyo de Irán únicamente, mientras que a los segundos les apoya la coalición de países árabes liderada porArabia Saudí, aliado estratégico de EEUU. En el último año más de 10.000 personas han perdido la vida y, desde que comenzó el conflicto, hay casi tres millones de desplazados.
Los hutíes controlan Saná, la capital del país y, en los últimos meses, parecen haber aumentado su beligerancia con lanzamientos de misiles a territorio vecino en Arabia Saudí y navíos militares. Pese a su actual ventaja, el sábado pasado sufrieron un duro revés: un ataque aéreo saudí a un funeral en Sanámataba a 140 personas y haría a más de 500. Al funeral asistían importantes líderes de facciones tribales anti-saudíes.
Fuente:elmundo.es