En un foro del Centro Wilson se planteó que la administración Bukele bloquea el acceso a la información a los medios y que se vale de las nuevas tecnologías y las instituciones del Estado para desacreditar a periodistas y opositores. Bukele asegura que él mismo garantizará la libertad de prensa, «aunque mientan».
SAN FRANCISCO, EE.UU. – Las acciones de la administración del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, presentan las mismas características que Venezuela cuando llegó el chavismo al poder, según analistas del Wilson Center, un centro de pensamiento en Washington.
“Vemos claras muestras de consolidar un proyecto político absoluto en El Salvador”, dijo Andreu Oliva, rector de la Universidad José Simeón Cañas (UCA), de El Salvador, durante su intervención en una conferencia virtual el jueves.
El académico además hizo énfasis en que la actual administración busca imponer su ideología en El Salvador, así como “un partido único de masas que está controlado por un grupo muy pequeño que en este caso es la familia Bukele y sus adeptos” y sobre todo que pretende monopolizar los medios de comunicación en El Salvador, mientras que el resto de medios enfrentan el creciente bloqueo al acceso de la información pública en diferentes instituciones de gobierno.
El rector de la UCA, institución jesuita y centro de estudios en el país centroamericano, subrayó que la actual administración muestra claros indicios de convertirse en un régimen autocrático como los que se viven en Venezuela, Nicaragua y otros países de América Latina.
Para ejemplificar trajo a colación las últimas acciones realizadas desde la administración como la “retención» del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios (FODES), la retención de los salarios de la Asamblea Legislativa, el ataque a la libertad de prensa y la deslegitimización de cualquier organismo que sea crítico e independiente de cualquiera de los posicionamientos del gobierno.
El pasado 25 de septiembre durante una cadena nacional de radio y televisión, el presidente Bukele aseguró que la libertad de prensa en el país no solo existe si no que él mismo se encargaría de defenderla, «a pesar de que siempre mientan».
«Algunos periodistas dicen que este gobierno ataca a la prensa; nosotros estamos comprometidos con la libertad de expresión, pero algunos pasan publicando una sarta de mentiras y lo que nosotros hacemos es desmentirlos. Eso no es violar la libertad», se defendió el mandatario durante la comparecencia.
Por su parte, Miriam Kornblith, directora senior para América Latina y el Caribe de National Endowment for Democracy, expresó que le preocupa la situación que vive El Salvador, ya que, desde su experiencia como ciudadana venezolana «prácticamente vi lo mismo en Venezuela».
«Desde el punto de vista ideológico, se trata de experiencias de carácter diferente, pero desde el punto de vista del aprecio de las instituciones democráticas y la defensa de los valores de la dignidad humana se encuentran en un punto muy preocupante”, afirma Kornblith.
Kornblith detalló que en el caso de El Salvador hay un “uso abusivo de los medios, coerción que legítimamente debe controlar el Estado”, hecho que la comunidad internacional no debe dejar pasar. “En el caso venezolano pasaron muchos años antes de que la sociedad civil y la comunidad internacional reaccionó y cuando reaccionó la gravedad de la tragedia había llegado a un punto terrible”, puntualiza.
Para los ponentes algunos de los rasgos que se repiten en el caso de un gobierno autocrático con independencia de la ideología política de quien lo maneja son: la ultrapersonalización del poder, la valoración de la popularidad por encima de la legitimidad, así como el intento de sobrepasar cualquier tipo de control que se ejerce vía la institucionalidad (como los que se ejercen desde el legislativo y judicial) o desde la propia ciudadanía a través de los medios de comunicación.
¿Está la libertad de prensa en riesgo?
La periodista Julia Preston, también presente en la conversación, afirmó que la libertad de prensa en El Salvador vive momentos muy preocupantes, así como la libertad de expresión y el derecho al acceso a la información pública.
“Los recientes ataques de parte del gobierno del presidente Nayid Bukele contra los medios de comunicación de investigación e independientes como El Faro, la revista Gato Encerrado y La Prensa Gráfica” entre otros, han activado las alarmas y llamado la atención sobre el tema.
De acuerdo con la comunicadora “la Fundación Gabo envió una carta firmada por más de 500 periodistas y escritores alarmados por los ataques de Bukele a la prensa salvadoreña”, instituciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció el grave deterioro de la libertad de prensa en El Salvador.
Preston detalla que Bukele lanza críticas contra estos medios y luego activa todo un ejército de troles que ejerzan intimidación y campañas de descrédito. En el caso de elfaro.net ha sufrido una serie de ataques presuntamente por su investigación sobre la supuesta negociación del gobierno del presidente Bukele con las pandillas.
El mandatario salvadoreño, por su parte, ha continuado apelando a su altísima popularidad en el país centroamericano. Según la más reciente encuesta de CID Gallup, el 92% de los salvadoreños apoya las medidas sanitarias impuestas por Bukele sobre el manejo de la pandemia.
Su buena relación con el embajador de Estados Unidos, Ronald Johnson, también le permite tener un respaldo y beneficio político que por el momento, lo mantiene lejos de ser una preocupación real para el Gobierno estadounidense, como la que sí tienen por Venezuela y Nicaragua.
Compartimos los mismos valores, las mismas esperanzas y sueños, una misma cultura. Nos unen los millones de salvadoreños que viven en los Estados Unidos y los lazos familiares que comparten los ciudadanos de nuestros países, que trascienden generaciones. 🇺🇸🇸🇻 pic.twitter.com/XwSUXbOP2V
— Embajador Ronald Johnson (@USAmbSV) August 28, 2020