Escasez de comida podría ser inevitable si el hombre no cambia sus hábitos

Un informe científico de las Naciones Unidos indicó el jueves que el cambio climático está afectando la alimentación del ser humano, debido a aspectos como el aumento de la temperatura.

El reporte evalúa cómo el calentamiento global está provocando una drástica degradación del terreno. También señala que las prácticas en el cultivo de las tierras ha ido agravando la situación.

Todo ello hace que se disparen los precios de los alimentos y que incluso estos sean menos nutritivos, dice el análisis.

“El ciclo se está acelerando”, dijo Cynthia Rosenzweig, científica de la NASA especializada en clima y coautora del estudio. “La amenaza de que el cambio climático afecte a la comida que la gente lleva a la mesa está creciendo”.

Según el reporte, el cambio climático aumentó la desertificación y provocó que los bosques sean más vulnerables a la sequía, los incendios, las plagas y las enfermedades, pese incluso a que gran parte del planeta se ha vuelto más verde por la presencia de más dióxido de carbono en el aire. El cambio climático se sumó a otros factores que han reducido el número de especies en la Tierra.

“El cambio climático está golpeado realmente a la tierra”, explicó Kelly Levin, investigadora del World Resources Institute, que no participó en el estudio pero lo elogió.

Los estudiosos afirman sin embargo que este hecho podría cambiar si se transforma la manera en la que la población se alimenta, cultiva y trata los bosques. Solo con un cambio en este sentido podríamos contar con una mejoría de la situación, explican los expertos.

La superficie cultivable, que equivale a apenas alrededor del 30% del planeta, se calienta al doble de velocidad que la Tierra en conjunto. Los gases con efecto invernadero están causando problemas en la atmosfera, pero las consecuencias en la tierra son menos conocidas. El reporte especial, escrito por más de 100 científicos y aprobado de forma unánime por diplomáticos de todo el mundo en una reunión en Ginebra, propuso posibles soluciones al tiempo que realizó advertencias más directas.

“La forma en la que usamos la tierra es tanto parte del problema como parte de la solución”, señaló Valerie Masson-Delmotte, una científica climática francesa que copreside uno de los grupos de trabajo del panel. “La gestión sostenible de los cultivos puede ayudar a asegurar un futuro que sea cómodo”.

El futuro podría ser peor

Las cosas podrían empeorar si no se toman acciones, dicen los expertos.

“Está previsto que la estabilidad en el suministro de alimentos se reduzca a medida que aumentan la magnitud y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos que alteran las cadenas de alimentarias”, señaló el informe.

En el peor de los escenarios, los problemas de seguridad alimentaria pasarían de un riesgo moderado a alto con que las temperaturas suban apenas unas décimas de grado con respecto a las actuales. Y pasarían de alto a “muy alto” con 1 grado Celsius (1,8 Fahrenheit) más que ahora.

Una eventual mejora de las prácticas agrícolas, incluyendo la siembra directa y la fertilización dirigida, podrían ayudar a combatir el calentamiento al reducir las emisiones de carbono actuales hasta en un 18% para 2050, según el reporte.

Si la gente cambia su dieta reduciendo el consumo de carnes rojas para incrementar el de alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y semillas, el mundo puede ahorrarse otro 15% de las emisiones actuales para mediados de siglo. Esto mejoraría también la salud de la población, añadió Rosenzweig.

Incluso la reducción del desperdicio de alimentos puede ser todavía más determinante. Según el estudio, entre 2010 y 2016 el desperdicio de alimentos en todo el mundo supuso entre el 8 y el 10% de las emisiones de gases con efecto invernadero.

“Actualmente, el 25-30% de la comida que se produce se pierde o se tira”, explicó el informe. Solucionar esto liberaría además millones de kilómetros (millas) cuadrados de tierra.La agricultura y la silvicultura, combinadas, generan cerca del 23% de las emisiones que están recalentando el planeta, un poco por debajo de las producidas por autos, camiones, barcos y aviones. Si se suma el transporte de la comida, los costos de la energía y el empaque, el porcentaje subiría al 37%, agregó el reporte.

(Con información de AP)

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