SAN SALVADOR – El transporte de carga a nivel centroamericano se enfrenta a serias complicaciones debido a las restricciones de movilidad implementadas por cada gobierno.
Panamá, Costa Rica y El Salvador, por ejemplo, han optado por dar un plazo de 72 horas para que los motoristas permanezcan en cada país, si sobrepasan ese tiempo se les impone una multa.
Raúl Alfaro, Presidente de la Asociación de Transportistas Internacionales de Carga reporta pérdidas a causa de estas medidas recíprocas, ya que sus unidades viajan con menos frecuencia, lo que puede generar un desabastecimiento de productos en la región.
«Ya no viajamos ni a Nicaragua ni a Costa Rica ni a Panamá. Va a terminar en un desabastecimiento y no hay oídos para nuestro clamor», dijo el empresario.
Algunos motoristas salvadoreños sostienen que no es rentable viajar más de mil kilómetros y regresar con los camiones vacíos para evitar ser multados por las autoridades aduaneras de Costa Rica, ya que en caso de exceder el plazo deben pagar 500 dólares de multa y cerca de 5.000 dólares para evitar que les decomisen el vehículo.
«Queremos irnos de aquí, los parqueos están llenos, las colas están largas y queremos desocupar los parqueos para que otros compañeros puedan entrar porque no están ingresando camiones ahorita», dijo el transportista Edwin Rodríguez a la Voz de América.
Durante los últimos días se reportó una larga fila de camiones en la frontera de Peñas Blancas, entre Nicaragua y Costa Rica, país que no deja ingresar a los motoristas sin antes comprobar si son portadores del coronavirus, el problema es que los resultados de las pruebas pueden llegar en un lapso de hasta 5 días.
Marvin Altamirano, presidente de la Asociación de Transportistas de Nicaragua, dijo a la VOA que las medidas generan aglomeraciones en los estacionamientos y un posible foco de infección.
«Para nosotros, como sector, son un obstáculo al comercio, porque todos los conductores pueden dar negativo a la hora de ingresar a Costa Rica, pero ningún médico, ningún ciudadano, ningún gobierno nos asegura a nosotros, como sector, que nuestros conductores no se van a contagiar en ese viaje que llevan», comentó.
Los transportistas solicitan a las autoridades aduaneras ampliar a 10 días el plazo para permanecer en cada país, así no se pondría en riesgo la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables durante la emergencia por el COVID-19.