El Senado boliviano aprobó el sábado por unanimidad la convocatoria a nuevas elecciones, en las que no figurará el exmandatario Evo Morales, tras un acuerdo consensuado la víspera por todas las fuerzas políticas que busca devolver la paz tras un mes de convulsión social en las calles, que siguió a la contienda electoral del 20 de octubre y llevó a la renuncia de Morales.
Los senadores dieron luz verde al llamado proyecto de ley sobre “Régimen excepcional y transitorio para realización de elecciones generales”, que ahora debe pasar por la Cámara de Diputados, la cual le daría trámite inmediato en la jornada, previo a promulgación por parte de la autoproclamada presidenta interina Jeanine Áñez.
El consenso entre las tres principales fuerzas políticas que se plasmó con un proyecto de ley para llamar a elecciones, aún sin determinar una fecha. La oposición había informado que Morales y el exvicepresidente Álvaro García Linera no participarían en los nuevos comicios, como parte del acuerdo.
La comisión remitió el proyecto del ley al pleno del Senado para su consideración y posterior tratamiento en Diputados, según el documento acordado al que tuvo acceso Reuters.
«Aquí hay un proyecto de ley que nos permite de forma inmediata avanzar hacia la recomposición del Tribunal Supremo Electoral y también hacia la convocatoria de nuevas elecciones en el plazo más breve posible», dijo Oscar Ortiz, senador del partido Unidad Demócrata y presidente de la comisión.
“Tenemos que generar confianza en la población”, dijo Omar Aguilar, senador por el partido del expresidente.
En tanto Luis Fernando Camacho, presidente del Comité Pro Santa Cruz; y Marco Pumari, jefe cívico de Potosí, dejaron entrever la posibilidad de integrar un binomio para competir en las próximas elecciones presidenciales en Bolivia.
La noticia se dio a conocer cuando Camacho reconoció en el programa Conclusiones, de CNN en Español, que el tema fue discutido sobre la “base que nos proponen los sectores para apoyarnos pero es una decisión que no hemos tomado aún”.
Igualmente, el periódico boliviano La Razón dio cuenta de la posible fórmula con Pumari, cuando Camacho lo definió como una persona de “nobles principios” que “pelea por sus convicciones”.
El Senado de Bolivia tenía previsto tratar el sábado por la mañana el proyecto de ley luego de que todas las fuerzas políticas llegaran a un acuerdo para convocar a comicios que no contemplarían la participación de Morales, quien está exiliado en México desde el 12 de noviembre pasado.
Tras la aprobación en el Senado, el proyecto pasará a la Cámara de Diputados, donde el Movimiento al Socialismo (MAS), que manifestó su voluntad de apoyar el documento, tiene mayoría. De ser aprobado por el Congreso, luego debe ser sancionado por la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez.
Morales y su vicepresidente renunciaron bajo presión de las Fuerzas Armadas y manifestantes el 10 de noviembre, en medio de acusaciones de irregularidades en las elecciones del 20 de octubre. El líder denunció que sufrió un golpe de Estado.
Los partidos políticos de Bolivia trabajan para lograr un llamado a elecciones en la convulsionada nación, donde al menos 32 personas murieron en enfrentamientos desde los cuestionados comicios el mes pasado que le dieron a Morales un cuarto mandato consecutivo y fueron considerados irregulares por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Disminuyen protestas
Por su parte, los movimientos sociales tenían previsto reunirse en la tarde del sábado con representantes del gobierno para abordar «la pacificación y reconciliación del país», según un documento firmado por las partes.
Medios locales reportaron que seguidores de Morales levantaron bloqueos en distintas rutas del país, en lo que podría ser el inicio de una normalización luego de un mes de crisis política y enfrentamientos violentos.
Las fuertes protestas han ido cediendo paulatinamente en Bolivia luego que los manifestantes afines al expresidente Evo Morales accedieran a un diálogo, al tiempo que se concretara un acuerdo político para llamar a elecciones a un mes de la convulsión social que dejó 32 muertos.
Los puntos de bloqueos fueron abandonados. En la ciudad de La Paz, sede de gobierno, la más afectada, empezó a abastecer alimentos, los camiones que estaban parados llegaron a los principales mercados. El cerco en la planta de combustible en la vecina ciudad de El Alto fue despejado y se reanudó el suministro de gasolina, diésel y gas.
Después que en las elecciones del 20 de octubre se encontraran irregularidades en el conteo de votos _según una auditoria de una misión de expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA)_ Morales, acorralado por protestas a las que se unieron policías y militares, renunció el 10 de noviembre y posteriormente se fue México, donde ha recibido asilo.
El gobierno interino de Jeanine Áñez, que se comprometió a llamar a elecciones lo más antes posibles, logró convocar a un diálogo a todos los sectores que estaban protagonizando los bloqueos y cercos para la tarde del sábado.
Según las imágenes televisivas, las ciudades como Cochabamba y Santa Cruz tenían tránsito vehicular. El comandante de la policía en Santa Cruz, Miguel Mercado, informó que las carreteras están expeditas.
El sector social afín a Morales se comprometió a replegarse de los bloqueos mientras les den garantías.