El levantador de pesas llegó al país y fue recibido por gran cantidad de gente en el Aeropuerto de El Salvador.
Un regreso con gloria. Un recibimiento increíble. Hubo cientos de personas en el Aeropuerto Internacional de El Salvador se apropió del ambiente de bienvenida para Herbert Aceituno y la delegación salvadoreña que participó en los Juegos Panaparamericanos de Lima 2019.
Herbert explicó que no hay secretos para el récord que rompió y el metal dorado que se agenció. “Fue importante la confianza en Dios y también en el trabajo que uno hace. Fue clave la química con mi entrenador, él solo me hacía una mirada y yo ya sabía lo que él quería. Los resultados acá están, una medalla para El Salvador”.
“Quiero dedicarle la medalla de oro obtenida primero a Dios, porque Él fue quien me dio la fuerza para lograrlo. Un oro para El Salvador a este nivel es algo muy emocionante. Le dedico también esta medalla a la delegación, a mis compañeros, al Indes, a mi nutricionista, a mi preparador y mi patrocinador oficial que confiaron en mí y en las personas con discapacidad”, manifestó Aceituno.
El medallista de oro explicó también que la exigencia fue muy alta y que todo fue muy estricto, admitió también que le ayudó el conocer criterios que la gente no maneja para sacar ventaja y provecho de ello; vital para los levantamientos correspondientes. “Los rivales fueron durísimos, no hubo nadie débil, lastimosamente para ellos hay criterios que tienen los jueces para definir al ganador. Al final mi técnica valió para que pudiese tener este fantástico resultado”.edh