Dejará el poder como «el presidente peor valorado en El Salvador de los últimos 30 años».
El título le fue otorgado por una reciente encuesta de opinión de la empresa Cid Gallup a Salvador Sánchez Cerén, quien dirige el país centroamericano desde 2014.
Su sucesor se conocerá en las elecciones presidenciales cuya primera vuelta se celebra este domingo y que, además, serán las primeras del año en América Latina.
La percepción negativa de su mandato se refleja también en su partido, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), al que todas las encuestas pronostican una estrepitosa caída a un tercer lugar en estos comicios que lo dejaría fuera de una segunda vuelta a celebrarse el 10 de marzo.
Según los sondeos, la disputa de la presidencia estaría entre la coalición liderada por la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y la también conservadora Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), a la que algunas encuestas le dan la victoria incluso en la primera vuelta de este domingo.
No sería la primera vez que sondeos preelectorales fallan en sus pronósticos, pero de confirmarse, supondría en este caso un hecho histórico: la ruptura del bipartidismo tradicional en El Salvador, donde ARENA y FMLN se han alternado en el poder desde hace tres décadas.
Pero ¿qué ha ocurrido durante el mandato de Sánchez Cerén y en qué medida se le puede responsabilizar de la pérdida de confianza en su partido en solo cinco años?
«Ausente» ante inseguridad y falta de empleo
Sánchez Cerén, excomandante del FMLN durante la guerra civil salvadoreña y que estará a punto de cumplir 75 años cuando deje su cargo en junio, es calificado por sus críticos como «un presidente ausente».
«Es un presidente con muy poca presencia en la vida del país, con muy pocas respuestas a la problemática de la sociedad. Incluso en estos últimos meses, quien aparece dirigiendo la gestión pública es el vicepresidente»,dice Dagoberto Gutiérrez, analista y excomandante del FMLN durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992).
Pero la crítica situación en dos áreas de máxima preocupación para la población es lo que se atribuye como causa principal del desgaste de la imagen de Sánchez Cerén: la inseguridad y la falta de empleo y oportunidades de desarrollo económico.
«Esos dos elementos, la imposibilidad del gobierno de detener la delincuencia y la falta de una vida aceptable son los que explican que la gente se vaya. Este es un país expulsor de su población», afirma el analista Roberto Cañas, en referencia a los miles de salvadoreños que emigran cada año del país sobre todo rumbo a Estados Unidos.
Cañas, también excomandante guerrillero del FMLN, destaca cómo en la actualidad «hay nueve homicidios diarios y 50 por cada 100.000 habitantes, es decir, es una epidemia que no pudo resolver Sánchez Cerén».
Y aunque su ejecutivo estuvo categorizado por el «manodurismo» frente a las pandillas, una fórmula que fue criticada por Naciones Unidas pero que suele ser aprobada por buena parte de la población, en esta ocasión no parece que se vaya a traducir en un rédito electoral.
En el ámbito económico, por su parte, una de las críticas que suele recibir Sánchez Cerén es por una considerable subida de impuestos que no se tradujo en mayor bienestar para la población.
«A medida que aumentó la recaudación, aumentó el gasto innecesario. Se calcula que se crearon entre 40.000 y 60.000 empleos partidarios no necesarios y se dieron subsidios a quienes no lo ameritaban», asegura Rafael Castellanos, empresario salvadoreño afín a la derecha.
Preguntado por el papel que pueden haber jugado los escándalos de corrupción que salpicaron al FMLN, Castellanos cree que «más que la corrupción, lo que le ha hecho daño al país es la incapacidad, pues se ha nombrado a gente poco capaz que ha puesto trabas a los negocios. Y eso dificulta la operación de los negocios en marcha».
De la misma manera, apunta a «serios errores en política exterior».
«Su apoyo a Venezuela aún en estos momentos es inconcebible. El apoyo a Venezuela y Nicaragua es una de las razones por las que ha perdido mucho apoyo entre los militantes del FMLN», afirma de Sánchez Cerén, quien fue uno de los pocos líderes latinoamericanos que acudió a la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente el pasado mes de enero.
fuente:bbcmundo