Expertos en fauna silvestre aseguran que se trata de un hecho de caza furtiva pues las garras del animal son usadas como un simbolismo.
Un puma o león de montaña fue cazado en San Fernando, Chalatenango. La denuncia se dio a conocer este martes a través de redes sociales. Ante el hecho Fernando López, ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dijo que se estaba investigando el caso y se actuaría de acuerdo a la normativa vigente.
“No vamos a permitir estos ataques contra nuestro medio ambiente”, escribió en sus redes sociales.
El hecho ha generado indignación en redes sociales y piden se investigue el hecho.
El puma es uno de los mamíferos depredadores más grande de El Salvador, su territorio es la zona montañosa norte del país porque también conecta con Honduras, según explicó Néstor Herrera, biólogo.
“Hay bastante avistamientos de pumas desde el norte de Metapán hasta La Unión. Hay de manera permanente en el Parque Nacional Montecristo, La Montañona o en el río Sapo”, dijo.
Herrera asegura que este felino es un hábil cazador, pero cuando no encuentra presas como venados de cola blanca o cuches de monte suele atacar al ganado y muchas veces por eso es ahuyentado o cazado. Sin embargo, asegura que este no es el caso porque el cadáver del felino está sin las garras delanteras y ese es un simbolismo de la casa furtiva.
“El hecho que el animal aparece sin las garras a mí me indica que no fue con fines de defender el ganado, sino con fines de caza, de obtener un trofeo y lo creo porque la persona tomó las fotografías y las compartió en un grupo de WhatsApp como para alardear de su hazaña”, dijo.
Similar opinó Alberto González, presidente del Colegio Salvadoreño de Biologos (COBIES), pues asegura que el corte de las patas delanteras es un acción propia de cazadores.
Vladlen Henríquez, integrante del Colegio de Biólogos de El Salvador, también cree que el corte de las patas es considerado un trofeo para cazadores.
“Generalmente el amputar una parte de un animal es considerado como un trofeo para las personas o persona que participaron en la matanza. Eso es observado por ejemplo cuando cazadores de especies africanas colocan las cabezas de sus presas en una pared de su vivienda, además de la respectiva fotografía con el animal. En el caso de nuestro país, como no se conoce un uso para las patas de esta especie, el haberlas amputado es considerado también como una forma de trofeo, además de la piel, la cual es casi seguro que será vendida en el mercado negro o la conservará el principal cazador”, dijo.
El representante de COBIES condenó la acción, sobre todo porque se creía que la especie estaba extinta, pero el año pasado se documentó la presencia del espécimen y se desconoce la cantidad de especímenes que hay en el territorio salvadoreño.
“Esta especie está protegida en la lista oficial de especies amenazadas y peligro de extinción de Medio Ambiente. Su caza es ilegal y el hecho debe ser investigado”, enfatizó.
“Se conoce poco sobre las poblaciones de estos animales en el país. No sabemos cuántos animales son, no sabemos si es un macho o una hembra, un joven o un adulto, esa información es importante para conservar la especie. Al matarlos estamos poniendo en peligro la población o la existencia de estos animales en nuestro país”, agregó.
Explicó que la caza de esta especie podría causar desequilibrio ecológico en el medio ambiente porque la especie ayuda a “mantener a raya” a otras especies que podrían convertirse en plaga.
Ronald Blandón, documentalista y fundador del movimiento ecológico Extinción El Salvador, lamentó el hecho y aseguró que es preocupante la pasividad de las autoridades sobre todo en especies como estas que están en peligro de extinción. Sin embargo, afirma que este tipo de ataques y violencia a la fauna silvestre no es nada nuevo en el país y las autoridades salvadoreñas tienen responsabilidad por dejar en la impunidad este tipo de acciones.
Explicó que la deforestación está haciendo que estas especies se acerquen a los poblados para buscar refugio o alimentación.
El Salvador perdió a nivel de conservación este día y un asesino se burló de todos los que protegen la vida silvestre….
Posted by Extinción El Salvador on Tuesday, 12 May 2020
“El puma es un animal de montaña, no baja simplemente por bajar. En Chalatenango como en otros puntos del país, la caza furtiva es el pan de cada día y ante la situación actual que estamos viviendo, las personas en este tipo de zonas, están saliendo con armas sin miedo a ser detectados, porque saben que las autoridades están poniendo sus esfuerzos en otras situaciones, esto no lo digo yo, lo dice la misma gente de la zona”, dijo.
Explicó que hay tratados internacionales que defienden la vida de animales silvestres y el puma está como especie amenazada en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITIES).
“Es preocupante que a pesar de eso las autoridades no estén al tanto de la protección de estás especies. Las mismas autoridades no sabían del suceso, a pesar que la noticia se rivalizó en redes. Eso solo deja en evidencia que actualmente el organismo que debe de velar por la protección de nuestra vida silvestre no están realizando su trabajo. Tenemos un ente regulador para evitar este tipo de sucesos, tenemos leyes que los protegen, pero no tenemos un plan por para conservar nuestro felino más grande”, concluyó.
Henríquez manifestó que la caza de estos animales es considerada un infracción grave, según la Ley de conservación de la vida silvestre.
“Según el listado de especies amenazadas de El Salvador, el puma está considerado como una especie en peligro de extinción en nuestro país. En ese sentido, según el Artículo 27 literal a. de la ley de conservación de vida silvestre, el matar, destruir, dañar o comercializar con especies de la vida silvestre en peligro o amenazadas de extinción es considerada una infracción grave, la cual es sancionada con multa equivalente de diez a cien salarios mínimos, por lo que esta acción es considerada como un delito”.
¿Cómo podría afectar el equilibrio ambiental este tipo de acciones?, Vladlen Henríquez responde:
El puma es el depredador más grande en nuestro país y en conjunto con otros depredadores medianos como tigrillo, ocelote y gato zonto su función principal es mantener el equilibrio de los ecosistemas naturales al controlar las poblaciones de herbívoros grandes como los cuches de monte, los venados y otras especies medianas como mapaches, zorras, gatos domésticos, etc. Este control a su vez ayuda mantener las poblaciones de especies pequeñas como ratones de campo, lagartijas, pequeñas aves, y al bosque mismo que siempre está en regeneración (tiene su propio programa de reforestación).
Ahora bien ¿qué sucede si quitamos a uno de estos animales que están en la cadena, si se decide cazar al puma y exterminarlo como se hizo con el jaguar? entonces tendríamos a los grandes herbívoros reproduciéndose sin ningún control y por tanto alimentándose de todos los retoños de plantas del bosque causando que este se quede sin regenerar y al mismo tiempo exponiendo a animales pequeños que no podrán huir de sus depredadores causando una disminución en las poblaciones de muchas especies.
En resumen si quitamos a los depredadores tope, existiría un cambio en el paisaje de los bosques poniendo en riesgo muchas especies al disminuir sus poblaciones por la proliferación de otros que les quitan la alimentación y refugio”.
Elena Isabel Castillo, bióloga y Directora General de Nahual Proyectos Educativos Ambientales, asegura al no haber alimento suficiente en el bosque para todos los animales que nacen sin control, los depredadores y herbívoros buscan cómo alimentarse encontrando su principal fuente en los animales domésticos de las comunidades cercanas o en los cultivos de granos básicos y hortalizas.
“Esto ya se observa en muchas localidades de nuestro país, como por ejemplo la llegada de coyotes a las zonas urbanas en el municipio de san Jorge en Usulután, la depredación de animales de granja por parte de muchas especies, principalmente gatos zontos, comadrejas, masacuatas o la pérdida total de cosechas de granos básicos por parte de mapaches y venados”, finalizó.