En medio de la pandemia global del coronavirus, una de las estrategias propuestas por un país tan pequeño como El Salvador consiguió llamar la atención de ciudadanos de medio mundo.
El país centroamericano, que estuvo entre los últimos en reportar la presencia del covid-19 en América Latina, dio a conocer este fin de semana un ambicioso paquete de medidas económicas que se volvieron virales en redes sociales.
Según anunció su presidente, Nayib Bukele, se suspenderá el pago durante tres meses para toda la población de servicios básicos como agua, luz e incluso internet.
Asimismo, anunció que cientos de miles de personas recibirán un bono de US$300para compensar su carencia de ingresos durante la crisis, especialmente aquellos que se dedican al comercio informal.
La Asamblea Legislativa aprobó este lunes parte de las medidas y mantiene otras bajo revisión, por lo que Bukele siguió utilizando Twitter -su red social favorita- para urgir a los congresistas a darse prisa ante lo que llamó el inicio de la «Tercera Guerra Mundial».
Algunos aún no se han dado cuenta, pero ya inició la Tercera Guerra Mundial.
Some people might not have realized that World War III has already begun. pic.twitter.com/yK6RCSoPv4
— Nayib Bukele (@nayibbukele) March 23, 2020
Aunque medidas como suspensiones de pagos y ayudas estatales fueron anunciadas en diferentes partes del mundo, el plan salvadoreño fue elogiado por miles de personas que destacaron el hecho de que llegara de una economía tan pequeña.
En redes sociales, muchos alabaron el discurso de Bukele y destacaron cómo la iniciativa del conocido como «Pulgarcito de Centroamérica» debía suponer una inspiración y un ejemplo de gestión ante el coronavirus para las grandes potencias mundiales.
Aunque medidas como suspensiones de pagos y ayudas estatales fueron anunciadas en diferentes partes del mundo, el plan salvadoreño fue elogiado por miles de personas que destacaron el hecho de que llegara de una economía tan pequeña.
En redes sociales, muchos alabaron el discurso de Bukele y destacaron cómo la iniciativa del conocido como «Pulgarcito de Centroamérica» debía suponer una inspiración y un ejemplo de gestión ante el coronavirus para las grandes potencias mundiales.
Pero otros, sin embargo, calificaron el anuncio de «populista» y algunos analistas pusieron en duda que sea posible poner en marcha estas medidas por las propias limitaciones internas de El Salvador.
¿Qué dijo el gobierno?
Según el Plan de Respuesta y Alivio Económico ante la Emergencia Nacional contra el covid-19, el gobierno suspenderá el pago de los recibos de electricidad, agua, teléfono, cable e internet por los próximos tres meses.
También se aplazará por el mismo períodoel pago de alquileres y de las cuotas de créditos hipotecarios, de consumo, tarjetas o crédito de vehículo para personas o empresas afectadas por la pandemia.
Los pagos de los alquileres tanto de viviendas como locales comerciales serán prorrogados y se regularán los precios para evitar un aumento que afecte a sectores más vulnerables, indica el documento.
«Esto incluye a empresas pequeñas, empresas micro, dueños y trabajadores de restaurantes, comedores, gimnasios, las personas en cuarentena, los enfermos que tengamos, personas que han sido enviadas a casa sin sueldos», aclaró Bukele sobre los grupos a los que iba dirigido.
Además, anunció que más de 1,5 millones de personasque consumen menos de 250 kilovatios de energía eléctrica mensualmente recibirían un bono de US$300para compensar el paro laboral que afectará principalmente a quienes se dedican al comercio informal.
«Hay algunos empresarios que están preocupados porque van a ser un 10, un 15% o un 20% menos ricos. Ustedes tienen dinero para vivir 10 o 20 vidas. No va a vivir suficiente para acabárselo. Mejor piense en vivir», dijo Bukele en su discurso.
«Cuando usted necesite una cama de hospital para que le atendamos, y no pueda respirar, créame que lo menos que le va a importar es su cuenta de banco, lo que va a querer es que haya un ventilador mecánico (…). Sacrifiquémonos todos un poquito», agregó.
Además, se mostró tajante con la posibilidad de que el dinero dedicado a este plan acabe en manos corruptas. «Al que toque un centavo, yo mismo lo voy a meter preso», advirtió.
Bukele decretó además la cuarentana «domiciliar completa» para todo el país por un mes e indicó que quienes la desacaten serán detenidos y llevados a un «centro de contención» por ese lapso.
El anuncio de las detenciones generó oposición entre algunos diputados, quienes temen que los derechos de algunas personas puedan ser violados por fuerzas del orden que han sido señaladas de abusos en numerosas ocasiones.
¿En qué medida son factibles?
Según el analista económico César Villalona, se trata de un grupo de medidas que mezclan decisiones prácticas con otras de corte «populista».
«Hay un grupo de medidas factibles reales que son importantes y de las que no se ha hablado tanto: reducir los impuestos, las importaciones, regular los precios con la defensoría del consumidor o asegurar los insumos para la industria farmacéutica».
«Hay otras que se pueden aplicar relativamente, como la reducción de los créditos, y hay otras que realmente son de muy difícil aplicación, como los pagos que prometió», agrega.
De cumplirse el bono de US$300 prometido por Bukele para 1,5 millones de personas, el Estado desembolsaría unos US$450 millones en subsidios para personas afectadas.
«Para las finanzas públicas de El Salvador esa es una cantidad de dinero muy grande, no es viable», indica Villalona.
Por otra parte, se desconoce qué requisitos deben cumplir los potenciales beneficiarios para aplicar a la ayuda.
De acuerdo con datos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico, siete de cada 10 salvadoreños trabaja en el sector informal en un país con una población de 6,6 millones de habitantes.
«Aunque fuera solo a un millón de personas, pensemos que en dos meses, serían US$600 millones, eso supera el presupuesto de todos los ministerios del país, menos el de Educación. Entonces habría que buscar la fuente de ese financiamiento y eso es difícil», agrega.
De acuerdo con el analista, buscar una fuente para cubrir ese gasto sería extremadamente complicado y más en un país con las limitaciones económicas de El Salvador.
fuente:bbcmundo