Los vecinos de la zona montañosa de Veracruz, en el sureste de México, vieron con asombro cómo el caudal del río Atoyac empezó a descender paulatinamente.
Menos de 48 después el agua desapareció por completo.
En el lecho del que es uno de los afluentes más caudalosos de la región central del estado sólo quedaron piedras, charcos y lodo.
Muchas comunidades se alarmaron, porque todavía en las últimas semanas llovió en la región, y el estiaje apenas comienza.
Parecía que al río se lo tragó la tierra. Literalmente.
En el pueblo Rancho San Fermín, a unos tres kilómetros de donde nace el afluente apareció una grieta, de 30 metros de largo y 20 de profundidad.
La Secretaría de Protección Civil de Veracruz dice que es una falla geológica que atraviesa el cauce del río.
Las autoridades no han determinado las causas de la fractura, ni tampoco si afectará de manera permanente al caudal.
«Saber que pasó lleva tiempo, y conocer el impacto todavía más», le dijo a BBC Mundo un vocero de la Secretaría.
Hasta ahora lo único claro es que el cauce desapareció. Atoyac, en lengua náhuatl, significa «agua que se derrama».
«Hay que rescatar el afluente»
El río Atoyac nace en el municipio de Amatlán de los Reyes, cercano a una zona montañosa donde destaca el volcán Pico de Orizaba.
Es el segundo más alto de México, después del Popocatépetl. En sus alrededores existen algunos de losbosques de niebla que sobreviven a la deforestación y tala en el país.
El cauce se extiende hacia el río Cotaxtla que desemboca en el Golfo de México. El caudal de este afluente ya empezó a disminuir.
La cuenca riega una extensa región agrícola de diez municipios. A lo largo de su ribera existen plantaciones de caña, ranchos ganaderos y varias ciudades.
De acuerdo con el presidente municipal de Atoyac, Agustín Mollinedo, unas 10.000 familias pueden resultar afectadas por la falta de agua.
«Me da tristeza y coraje, tenemos que rescatar el afluente porque se mata no sólo a las especies sino que es el alma y vida de este lugar», dijo a medios locales.
Pero el eventual desabasto es parte del problema.
«Hay que actuar pronto»
Desde hace varios años la Procuraduría (fiscalía) Federal de Protección al Ambiente dice que la cuenca del Atoyac tiene problemas de contaminación.
En el afluente se depositan aguas residuales de comunidades aledañas, así como de ingenios azucareros, zonas agrícolas y ranchos donde se cría ganado vacuno.
Hasta hace unos días el agua del río se llevaba los desechos. Pero ahora existe el riesgo de que permanezcan en la zona y afecten las tierras de la cuenca.
Por lo pronto, la secretaría estatal de Protección Civil y la Comisión Nacional del Agua revisan la zona de la grieta para establecer un plan que reactive el cauce.
Una de las ventajas, dice el alcalde de Atoyac, es que el venero que origina el afluente –en la comunidad Congregación de Agua Grande, cercana al Pico de Orizaba– permanece intacto.
El procurador (fiscal) del Medio Ambiente de Veracruz, Dalos Rodríguez Vargas, dice que una alternativa es construir un nuevo camino al río.
«Necesitamos reorientar el cauce y que el agua continúe por donde corría. Es una fuente de abasto para muchas actividades», dice.
La clave es actuar pronto, antes que termine la temporada de estiaje, un período en que los habitantes de la región están acostumbrados a un menor nivel del río.
«Es crucial que se actúe de inmediato y aminorar los efectos», concluye el funcionario.
fuente:bbcmundo