El ministro de Exteriores de Jordania, Ayman al Safadi, manifestó en Naharayim, las tierras que fueron recuperadas por Jordania el domingo tras negarse a extender por otros 25 años su explotación a Israel, que la decisión de terminar el arrendamiento al Estado judío de los enclaves de Zofar y Naharayim sirve a los intereses de Jordania y fueron realizados de acuerdo con el tratado de paz con Israel.
Safadi añadió que se les permitirá a los agricultores israelíes entrar al área para cosechar los cultivos que han plantado.
El ministro añadió que Jordania ofreció a Israel varias soluciones para esos enclaves pero que todas fueron rechazadas.
El ministro indicó que su país canceló los anexos del tratado de paz con Israel, haciéndose del control de los dos enclaves, luego que Israel se negara a venderle a Jordania las partes de los enclaves que eran propiedad privada de israelíes.
“Le propusimos a Israel comprarles los territorios que son de su propiedad, pero Israel se negó. Ellos querían extender la concesión de la explotación de esos territorios. Eso era inaceptable para nosotros”.
“No existe tal cosa como el arrendamiento de tierra”, apuntó Safadi. “Israel pidió renovar el arrendamiento, pero nosotros lo rechazamos”.
El rey jordano Abdallah II y su hijo, el príncipe heredero Hussein, visitaron Naharayim en helicóptero.
El rey Abdalah II declaró el domingo la restauración de la «soberanía completa» de Jordania sobre los territorios de Baqoura/Naharayim y Al Ghamr/Zofar, cuya explotación fue cedida a Israel durante 25 años en el marco del tratado de paz de 1994.
«Hoy declaro el vencimiento de los anexos del tratado de paz relativos a las áreas de Al Ghamr y Baqoura y la imposición de nuestra completa soberanía sobre cada pulgada de los mismos», indicó el monarca en un discurso televisado para marcar el inicio de una nueva sesión del Parlamento.
Un pacto firmado en 1994 concedía por 25 años la explotación de los dos terrenos fronterizos bajo soberanía jordana a agricultores israelíes, que transcurrido ese periodo se renovarían automáticamente «a menos que se notifique previamente».
El rey Abdallah II anunció, con un año de antelación, que no extendería la licencia y se lo notificó a Israel el pasado 21 de octubre, por lo que los agricultores israelíes dejarían de tener acceso a esas zonas el 10 de noviembre.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores jordano clarificó posteriormente en un comunicado que permitirá a aquellos que ya tienen plantados cultivos en Naharayim finalizar la actual temporada.
A partir de la próxima, solo podrán acceder a la zona aquellos israelíes que puedan probar que tienen tierras en propiedad.
«A cualquier israelí que pruebe su propiedad privada le será permitido obtener un visado en la Embajada de Jordania en Tel Aviv para entrar al reino a través de las fronteras oficiales, mientras que su propiedad de la tierra será respetada de acuerdo con las leyes jordanas», indica la nota.
En el caso de Zofar, no se aplicará esta concesión puesto que todo el terreno pertenece a la Tesorería jordana.
El Gobierno israelí también confirmó el fin de la cesión del territorio, un extremo que lamentó.
Israel hizo importantes esfuerzos diplomáticos por extender la cesión que expiraba el 26 de octubre y que Ammán fijó como límite para el 10 de noviembre, hasta el fin de la cosecha, pero que el rey ya había advertido regresaría a manos jordanas.
A pesar del tratado de paz, las relaciones entre los dos Estados se mantienen tensas y amplios sectores de la población jordana piden la expulsión del enviado de Jerusalén y el cierre de Embajadas debido al conflicto entre Israel y los palestinos, muchos de los cuales emigraron o se refugiaron en Jordania hace décadas. Aurora y EFE