El príncipe heredero iraní, Reza Pahlavi, llega hoy a Israel para una visita en la que pondrá de relieve la estrecha alianza que tuvieron Irán y el Estado judío, rotos con la Revolución Islámica de 1979 que depuso a su padre.
El hijo del último sha de Persia hace una primera visita a Israel por invitación de la ministra de Inteligencia, Gila Gamliel, que destacó que su figura «simboliza un liderazgo diferente al régimen de los ayatolás» que encarna «los valores de paz y tolerancia, en contraste con los extremistas que gobiernan Irán».
Según las autoridades israelíes, Reza Pahlavi es «la personalidad iraní de mayor rango en realizar una visita pública a Israel», y durante su estancia esta semana se buscará «crear un puente entre Israel y el pueblo iraní» para «expresar su oposición conjunta» a la República Islámica.
En las últimas décadas, Irán se ha convertido en el principal enemigo de Israel en la región, y ambos países están envueltos en una guerra encubierta que estos años ha derivado en ciberataques, ataques contra barcos de propiedad israelí en el Golfo pérsico o bombardeos por parte de Israel contra posiciones iraníes en Siria.
También ha habido sabotajes y ataques mortales contra altos cargos militares o científicos nucleares iraníes atribuidos a Israel.
En su paso por Israel, Reza Pahlavi participará en los actos del Día en Recuerdo de las Víctimas del Holocausto, que comienza hoy por el atardecer.
También buscará «renovar» los lazos entre Israel e Irán, visitará una planta desalinizadora, pasará por el Muro de las Lamentaciones (lugar de culto más sagrado para el judaísmo) y se reunirá con miembros de la comunidad bahai, colectivo religioso con orígenes en Irán que tiene su lugar más sagrado en la ciudad israelí de Haifa.
Durante la época del sha, Israel mantuvo estrechos vínculos y una fuerte alianza regional con Teherán que se vio truncada por la Revolución Islámica. Ambos países tenían lazos cercanos a nivel político, económico o en ámbitos como seguridad e inteligencia. EFE