El presidente Yitzhak Herzog hizo un llamamiento para llevar a Israel sin demora a los judíos que esperan emigrar de Etiopía, donde corren peligro ante el conflicto interno, informó The Times of Israel.
Etiopía declaró el estado de emergencia a principios de esta semana, en medio de la guerra civil que ha matado a miles de personas y desplazado a millones desde noviembre de 2020.
“Los anhelos del pasado son en gran parte el fundamento de este día sagrado, pero es importante que no descuidemos ni por un momento nuestros anhelos por el futuro”, dijo Herzog en una ceremonia en Jerusalén para celebrar la fiesta judía etíope de Sigd. “Miles de personas siguen esperando para hacer aliá a Israel, y algunas de ellas están amenazadas y en una situación preocupante. Debemos seguir actuando para traerlos a Israel rápidamente”.
El presidente abordó también la situación de comunidad de inmigrantes de Etiopía en Israel, diciendo que la “misión nacional del país, para la mejor integración posible de los judíos etíopes en su tierra, no ha terminado. No se trata solo de un deber, sino de un gran privilegio, porque todos vemos la inmensa contribución de los inmigrantes de Etiopía”.
El año pasado, un grupo que hace campaña para llevar a Israel a los judíos que quedan en Etiopía suplicó al gobierno tomar medidas tras la muerte de un miembro de la comunidad en los enfrentamientos. Girmew Gete, de 36 años, esperó 24 años para trasladar a su familia a Israel.
Desde entonces, más de 2,000 judíos etíopes fueron llevados a Israel en una operación estatal.
Se cree que hay entre 7,000 y 12,000 judíos en Etiopía que siguen esperando llegar a Israel.Muchos de ellos viven en la región de Tigray, el corazón del conflicto. Otros, que abandonaron sus pueblos hace años, se ganan la vida a duras penas cerca de los centros comunitarios judíos de la ciudad de Gondar y Addis Abeba.
El Sigd, que se celebra 50 días después de Yom Kipur, fue reconocido por la Knéset como fiesta nacional en 2008, y se celebra el 29 de Heshvan, según el calendario hebreo.
Ambas fiestas están vinculadas en la tradición judía etíope: mientras que Yom Kipur se centra en la introspección personal y la autocorrección, el Sigd se enfoca en la expiación colectiva.
La fiesta celebra el regreso del exilio a Jerusalén, un elemento clave de la tradición judía etíope a través de los siglos.
Uno de los principales actos comunitarios en Israel en torno a la fiesta es la reunión de miles de miembros de la comunidad y sus líderes espirituales, o kessim, en el paseo del barrio de Armon Hanatziv en Jerusalén. Los kessim leen salmos y otros pasajes bíblicos, tras lo cual la comunidad rompe sus sombrías ceremonias con comida y baile.
Unos 140,000 judíos de origen etíope viven hoy en Israel. Cerca de 22,000 fueron trasladados durante la Operación Moshé en 1984 y la Operación Shlomó en 1991, en su mayoría procedentes de la comunidad Beta Israel. Muchos están integrados en todos los estratos de la sociedad, aunque persisten las acusaciones de racismo institucionalizado.