Bernardo Arévalo, el nuevo presidente de Guatemala, tiene una estrecha relación personal con el Estado de Israel.
Los lazos de Bernardo Arévalo con Israel se remontan a su padre, Juan José Arévalo, quien gobernó Guatemala entre 1945 y 1951.
En 1947, durante la presidencia de Juan José Arévalo, Guatemala votó a favor de la resolución de la ONU que estableció un Estado judío.
Años después, Juan José Arévalo sirvió como Embajador de Guatemala en Israel.
Bernardo Arévalo vivió un total de 10 años en Israel, donde realizó sus estudios universitarios y ejerció como diplomático de su país.
Se graduó en la carrera de Sociología por la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde efectuó labores de investigación académica.
Mientras que en los años 80, trabajó como primer secretario y como cónsul en la Embajada de Guatemala en Israel.
El político regresó en otras varias ocasiones a Israel como parte de su labor en una organización dedicada a temas de construcción de paz.
El hebreo es un idioma que habla como resultado de sus años vividos en Israel.
Con posturas de izquierda sobre el conflicto israelí palestino, Arévalo se ha descrito como alguien que es pro-Israel y pro-Palestina, asegurando que no hay contradicción en ello.
Al respecto, Arévalo dice estar a favor de la creación de un Estado palestino y a que ambos pueblos vivan en paz y libres de amenazas.
Arévalo es un abierto crítico de la decisión de Guatemala de trasladar su Embajada en Israel desde Tel Aviv hacia Jerusalén.
En 2018, cuando Jimmy Morales hizo el traslado, Arévalo tachó de “irreflexiva, irresponsable y equivocada” a la decisión, que, sostiene, viola el derecho internacional.
“No existirá paz en esa región del mundo hasta que no se encuentre una fórmula que reconozca la validez y satisfaga políticamente las aspiraciones de ambos pueblos”, escribió en ese año.
Arévalo se mostró ambiguo en su campaña política sobre si regresará la Embajada desde Jerusalén hacia Tel Aviv, haciendo hincapié en el respeto al derecho internacional.