La cartera de Estado brinda las medidas preventivas a tomar en cuenta ante el regreso del fenómeno al país.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) prevé que el polvo del desierto del Sahara volverá a afectar a El Salvador durante cuatro días.
Se espera que el fenómeno se desplace sobre el país desde el miércoles 12 de agosto hasta el sábado 15, indicó.
“Las concentraciones estarán por debajo de los 20 micrómetros por metro cúbicos, una condición que podría generar ambiente brumoso, pero se consideran concentraciones bajas para el material particulado presente en el aire ambiente”, explicó el MARN en su página web.
El polvo del desierto del Sahara puede causar molestias en la salud, sobre todo para las personas que padecen de enfermedades respiratorias, por lo que el MARN recuerda a la población “reforzar el uso de mascarilla para evitar molestias”.
Pero ¿qué es el polvo del Sahara?
Se trata de una capa de aire seco y polvo que se forma sobre el desierto africano y se mueve hacia el Atlántico, viajando en la parte media de la atmósfera, a una altura de entre unos 2,000 a 5,000 metros, donde hay humedad, la cual favorece la formación de ciclones tropicales.
El polvo proveniente del desierto africano se caracteriza por tornarse grisáceo durante el día, con atardeceres rojizos y poca nubosidad. Además, contiene materiales biológicos y químicos que son potencialmente dañinos a la salud respiratoria, de acuerdo con información retomada de la agencia EFE.
Según el MARN, durante el 3 al 9 de agosto de 2020 la calidad del aire detectada en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) se ubicó entre las categorías buena y satisfactoria.
Sin embargo, casi a finales de junio pasado cuando El Salvador también fue afectado por el polvo del Sahara, el MARN determinó que el fenómeno provocó que la calidad del aire en la zona de San Salvador y Soyapango fuera catalogada como “dañina para la salud”.
Dicho valor de calidad de aire significa, según el Índice Centroamericano de Calidad del Aire (ICCA), “que la gente con enfermedades respiratorias, tales como asma, deben evitar el esfuerzo al aire libre, todas las demás personas, sobre todo adultos mayores y niños deben limitar el esfuerzo al aire libre”.