La dirección de la prisión de Ramo Verde le impone 15 días en una celda de aislamiento.
La dirección militar de la prisión de Ramo Verde ha impuesto a Leopoldo López, el preso político más emblemático del chavismo, un castigo de 15 días en una celda de aislamiento. La supuesta falta de respeto a la autoridad cometida por el líder opositor llama la atención en un país donde desde el oficialismo insulta de forma constante y pública a sus detractores y críticos.
La boleta de castigo refiere exactamente que López, bautizado como el Monstruo de Ramo Verde por la dirigencia chavista, se atrevió a “mirar de manera irrespetuosa y violenta al personal custodio, amenazando e instándolos a pelear”. Además, “ofendió al ciudadano director llamándole cobarde”. La sanción disciplinaria está firmada por el capitán de navío José Ramón Boston Silva.
En el mismo documento, en el espacio reservado para la firma, López se defiende de las acusaciones, rechazando “este castigo injustificado y provocado” y calificándolo como una retaliación política.
Lilian Tintori, mujer de López, dio a conocer este documento a través de las redes sociales. “Hoy lunes 6 de marzo se cumplen 12 días de aislamiento de Leopoldo. Ni a sus hijos, ni a su familia ni a sus abogados nos permiten verlo… El aislamiento es tortura”, denunció la activista de derechos humanos, desplegando un cartel en las inmediaciones del penal militar, la misma cárcel que alberga al general Raúl Isaías Baduel. El ex ministro de Defensa y compadre de Hugo Chávez cumplió su condena de casi ocho años de cárcel el viernes pasado, pero una nueva acusación de traición a la patria le mantiene en su celda por tiempo indefinido.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), brazo judicial revolucionario contra la Asamblea Nacional y la oposición, confirmó el mes pasado la sentencia de 13 años, 9 meses y 7 días contra el líder de Voluntad Popular, pese a la confesión del fiscal Franklin Nieves (huido a EEUU), quien aseguró que todas las pruebas del juicio fueron falsas.
La condena contra López se basa en los hechos violentos que se desencadenaron tras la manifestación estudiantil del 12 de febrero de 2014 en Caracas. Aquel día, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia asesinaron al joven Bassil Dacosta. El dirigente revolucionario Juancho Montoya también cayó abatido por el disparo de un compañero de lucha y el joven opositor Robert Redman recibió un balazo de un paramilitar cuando se manifestaba contra el gobierno.
La Internacional Socialista, reunida la semana pasada en Cartagena, exigió la liberación de los presos políticos y rechazó “de manera enérgica la sistemática violación de los derechos humanos, que se configura en una política de Estado” en Venezuela.
Fuente:elmundo.es