El mundo celebra el lunes otra jornada del Día de la Tierra, una conmemoración que data del 22 de abril de 1970, cuando millones de personas salieron a las calles en Estados Unidos para protestar por los impactos negativos de 150 años de desarrollo industrial.
En EE.UU. y en todo el mundo, el esmog se estaba volviendo mortal y aumentaba la evidencia de que la contaminación conducía a retrasos en el desarrollo de los niños. La biodiversidad disminuyó como resultado del uso intensivo de pesticidas y otros contaminantes.
La conciencia ecológica global estaba creciendo, y el Congreso de los Estados Unidos y el presidente Richard Nixon respondieron rápidamente.
En julio del mismo año, fue creada la Agencia de Protección Ambiental y aparecieron normas ambientales sólidas como la Ley de Agua Limpia y la Ley de Especies en Peligro, entre muchas otras.
El Día de la Tierra es ahora un evento mundial cada año.
Es un día de acción política y de participación ciudadana. Las personas marchan, firman peticiones, se reúnen con sus funcionarios electos, plantan árboles, limpian sus ciudades y caminos.
Los líderes religiosos, incluido el papa Francisco, conectan el Día de la Tierra con la protección de las grandes creaciones de Dios, los seres humanos, la biodiversidad y el planeta en el que todos vivimos.
fuente:voanoticias