A la vaquita marina se le acaba el tiempo.
Del mamífero marino más amenazado del planeta quedan menos de 60 ejemplares.
A este ritmo el cetáceo más pequeño del mundo podría extinguirse el próximo año.
Ello pese a un millonario plan sin precedentes del gobierno de México, único país donde existe este animal, para intentar salvarlo.
Para fines de 2014 quedaban 97 ejemplares de la vaquita marina (Phocoena sinus), en la parte más al norte del Alto Golfo de California.
Un año después la cifra se redujo 40%, de acuerdo a cifras divulgadas la semana pasada por el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva), un organismo creado en 1996 para promover su conservación.
Ese reporte no incluye las tres encontradas muertas en marzo atrapadas en redes.
«Creo que el próximo año es un año muy crítico donde podría extinguirse», le dice a BBC Mundo Omar Vidal, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en México.
«No está condenada a desaparecer (…) Estamos a tiempo de salvar a la vaquita, pero ésta es la última oportunidad», agrega sobre una especie que ha visto reducir su población un 92% desde 1997.
Vidal señala que su preservación es importante por ser una especie única en el planeta y lo que ello representa para la biodiversidad, y también porque la atención que ha suscitado en México y el mundo en los últimos 20 años ha hecho que se regulen las actividades pesqueras en esa zona del Golfo de California.
Salvarla implicaría también mantener la salud del ecosistema y que los pescadores tengan un medio de vida sustentable, apunta.
Pero el panorama no es alentador. Incluso con el programa más ambicioso que Vidal haya visto en tres décadas trabajando por la conservación de la vaquita.
Lujo chino
La vaquita, que suele medir algo más de metro y medio y tiene unos característicos círculos negros alrededor de los ojos y la boca, no está en problemas por su pesca voluntaria.
De forma accidental queda atrapada en redes agalleras o de enmalle donde muere ahogada al no poder salir a la superficie a respirar.
Esas redes son usadas para capturar camarón y peces como curvinas, macarelas, mantarrayas, tiburones y robalos.
También totoabas, una lucrativa especie en peligro de extinción.
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Extinción de mamíferos marinos
Cuatro especies de mamíferos marinos se han extinguido en los últimos siglos: la vaca marina de Steller, en 1768; la foca monje del Caribe, en 1952; el lobo marino de Japón, en 1970; y el delfín chino de río, en 2006.
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La vejiga natatoria del pez macho totoaba se considera en China un alimento exótico con propiedades medicinales y un kilo puede comercializarse por entre US$10.000 y US$20.000.
Su pesca ilegal sigue atrayendo a los pescadores mexicanos y el aumento de la demanda de la totoaba en China ha generado mayores problemas para la vaquita marina.
Plan mexicano insuficiente y responsabilidad de EE.UU. y China
Ello pese a que en abril del año pasado el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció el plan más ambicioso lanzado para la conservación de la vaquita.
Incluye la prohibición de usar redes agalleras durante dos años, la compensación por US$70 millones a las comunidades pesqueras afectadas, el uso de redes en la zona que no acaben con la vida de estas marsopas y el aumento del área de protección de 126.000 a 1.300.000 hectáreas.
Sin embargo, por desacuerdos con las autoridades pesqueras todavía no se ha implementado la utilización de estas redes que permitirían a los pescadores continuar su labor sin afectar a las vaquitas.
Y las tareas de vigilancia no han impedido que se siga pescando de forma ilegal en la zona.
Para Vidal la responsabilidad del declive en el número de ejemplares es compartida por México, Estados Unidos y China.
México realiza operativos de vigilancia incluso con la Marina Armada del país pero aun así la pesca ilegal continúa.
El experto lamenta que EE.UU. no haga lo suficiente para evitar el contrabando a través de su frontera de una especie protegida, como es la totoaba desde 1979, y cuyo comercio está regulado por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (Cites, por sus siglas en inglés) y que China no intente controlar la demanda y detener el consumo de la especie.
«Si no trabajan los tres países de manera coordinada, se extingue la vaquita y la responsabilidad es de los tres», afirma Vidal.
Al anunciar los resultados del último estudio a un año de que se implementó la Estrategia Integral para la Recuperación de la Vaquita Marina, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, hizo hincapié en la necesidad de fortalecer las medidas de protección y no bajar la guardia en ningún momento.
La estrategia, dijo, contribuirá a la conservación de la especie y a evitar su extinción.
En el operativo para proteger a la vaquita marina participan una patrulla de vigilancia oceánica con helicóptero, un avión, drones, motos acuáticas y otras embarcaciones.
Por ahora no es suficiente para evitar que la vaquita marina vaya rumbo a su extinción.
fuente:bbcmundo