La comunidad judía de México merece un aplauso por su categórico rechazo a la declaración del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en apoyo a la orden del Presidente Trump de construir un muro en la frontera con México. Los líderes de la comunidad judía de México hicieron lo correcto, y obligaron a Netanyahu a empezar a retractarse.
El Primer Ministro israelí escribió en su Twitter el 29 de enero: “El Presidente Trump tiene razón. Yo construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel. Detuvo toda la inmigración ilegal. Gran éxito. Gran idea”.
La declaración de Netanyahu provocó grandes titulares en México e Israel, y llevó al Gobierno mexicano a presentar una queja ante el israelí. (El Gobierno mexicano, sin embargo, no está libre de culpa en su relación con Israel. Volveré a este punto más abajo).
Horas más tarde, los líderes de la comunidad judía de México emitieron una declaración diciendo que: “No coincidimos con él [Netanyahu] en este punto de vista y rechazamos contundentemente su postura”.
La declaración fue encabezada por Moisés Romano, presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México.
Los líderes judíos mexicanos se quedaron boquiabiertos ante la comparación de Netanyahu del muro fronterizo propuesto por Trump en la frontera con México y el muro de Israel en la frontera con los territorios palestinos.
A diferencia del caso de Israel, no ha habido ningún atentado terrorista en Estados Unidos perpetrado por mexicanos ni por terroristas fundamentalistas islámicos que ingresaron a Estados Unidos desde México.
En una carta pública a Netanyahu, el rabino mexicano Marcelo Rittner escribió el 29 de enero que “su declaración me resulta ajena a principios judíos de hermandad y justicia, y por otro lado proyecta un desconocimiento acerca de la situación entre ambos países. México no está en guerra con su vecino”.
Muchos israelíes sienten que Netanyahu está poniendo en peligro el futuro de Israel apostándole todo a Trump.
“El resultado es que el tuit de Netanyahu, y su estrategia en general, amenazan con vincular el destino de Israel con el de un demagogo”, escribió Ezra Zuckerman Sivan en el Jerusalem Post.
Ante la avalancha de críticas, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dijo que el Twitter de Netanyahu no estaba tratando de intervenir en la disputa Estados Unidos-México. Más tarde, Netanyahu mismo trató de tomar distancia de lo que había escrito en su Twitter, alegando que no se había referido específicamente a México.
El 31 de enero, el Presidente de Israel, Reuven Rivlin, cuyo cargo es en gran medida ceremonial, llamó al Presidente mexicano Enrique Peña Nieto y dijo que todo el asunto había sido un malentendido.
Mi opinión: Es posible que el Twitter de Netanhayu haya sido una venganza contra el Gobierno mexicano por el voto inicial de México a favor de una vergonzosa resolución propalestina de la UNESCO de octubre de 2016, que esencialmente niega los vínculos del judaísmo y el cristianismo con los lugares sagrados de Jerusalem. México posteriormente cambió retroactivamente su voto por una abstención, pero el daño ya estaba hecho.
También es posible que Netanyahu escribió su tuit a petición de Trump, quien está siendo criticado casi unánimemente por líderes extranjeros por su muro fronterizo y sus medidas inmigratorias draconianas.
Para que quede claro, cada país tiene el derecho de construir un muro dentro de su territorio. Lo absurdo del muro de Trump es que será un desperdicio de dinero inútil, porque muchos inmigrantes indocumentados de México llegan a Estados Unidos en avión con visas de turista, y porque la inmigración ilegal de México ha estado disminuyendo por varios años.
Además, la exigencia de Trump de que México pague por el muro es una provocación, porque ningún país tiene el derecho de pedirle a un vecino que pague por sus propios caprichos políticos. Y la demanda de Trump está envuelta en un poco disimulado discurso xenofóbico, sino racista.
La comunidad judía de México merece un aplauso, y Netanyahu debería disculparse públicamente por su Twitter.
Fuente: Reforma