«Hasta nueva instrucción judicial».
Así, sin aclarar plazos, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) consumó la paralización del referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro.
Este proceso incluía la recolección de firmas la próxima semana, durante tres días, de al menos un 20% del padrón electoral.
La gran pregunta es: ¿qué va a pasar?
¿Se producirá el estallido al que se ha referido el lídero opositor venezolano Henrique Capriles?
«No queremos un estallido social», dijo el lunes 10 de octubre Capriles, dos veces candidato a la presidencia. Temía una decisión judicial que paralizara el proceso para un referendo revocatorio. Y acertó.
La Mesa de la Unidad Democrática, coalición de partidos opositores al gobierno de Maduro, aplazó hasta este viernes cualquier anuncio.
Ya la noche del jueves empezaron las reuniones para dar una respuesta al hecho de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) decidiera «posponer el proceso».
El órgano electoral acató las medidas cautelares dictadas por jueces de cuatro estados tras admitir a trámite querellas presentadas por el oficialismo contra la primera fase del revocatorio: la recolección del apoyo del 1% del censo.
Sin fechas claras
La suspensión indefinida hace ya imposible que el referendo se convoque antes del 10 de enero, como deseaba la oposición. Una derrota de Maduro habría supuesto, en ese caso, la convocatoria de elecciones presidenciales.
El CNE ya había dicho que, de celebrarse, sería en el primer trimestre de 2017. Entonces, si el presidente perdiera, lo supliría el vicepresidente.
Ahora, ni siquiera esa fecha es una referencia.
«No debemos llevarnos a engaño: la suspensión del revocatorio (…) muy probablemente será indefinida«, escribió en la web Prodavinci el profesor de Derecho y experto constitucionalista José Ignacio Hernández.
Por ejemplo, aún se aguarda una decisión definitiva sobre el presunto fraude en la elección de tres diputados indígenas en las legislativas de diciembre de 2015.
En aquellas elecciones la oposición logró una gran victoria, lo que le animó a buscar el revocatorio, estipulado en la Constitución.
La oposición denunció en los últimos meses los obstáculos para llevar adelante el proceso que ponía el CNE, al que acusa de actuar al dictado del Ejecutivo.
Tras la decisión de este jueves, el revocatorio parece herido de muerte.
El referendo era visto por la oposición como la salida «electoral, constitucional y pacífica» al conflicto político que vive el país.
La grave crisis económica, con una elevada inflación y escasez de alimentos y productos básicos, agudizó en los últimos meses la polarización.
Mientras la oposición culpa de la crisis al gobierno y a los 17 años de chavismo, el oficialismo lo achaca a una «guerra económica» de la derecha y de países extranjeros.
¿Protestas?
Esta semana, el CNE también anunció sin dar explicaciones que las elecciones regionales, que debían convocarse a final de año, se harán a final del primer semestre de 2017.
Por lo tanto, sin urnas a la vista, la incógnita es qué hará la oposición.
Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, encarcelado desde 2014, llamó ya una marcha de protesta el sábado.
La oposición se ha dividido en los últimos tiempos entre los moderados y los radicales, que exigen más presencia en la calle para presionar a Maduro.
«Todos, todos somos necesarios para con fuerza y sin miedo, en la calle, hacer realidad la Transición», pidió en Twitter María Corina Machado, una de las opositoras más radicales.
Sin embargo y exceptuando la marcha del pasado 1 de septiembre, la oposición ha tenido problemas para generar protestas masivas.
Los 43 muertos de las de 2014, tras las que fueron detenidos varios líderes como Leopoldo López por incitar a la violencia, están muy vivos en el recuerdo.
Cada marcha opositora es acompañada de otra del oficialismo, con el consiguiente temor a enfrentamientos.
«La oposición no tiene la fuerza ni las armas para aprovechar la anarquía en las calles«, dijo el jueves a BBC Mundo el analista Luis Vicente León.
Pero la vía institucional tampoco está dando resultados a una oposición que se considera una mayoría superior al 80%.
«Alertamos al cuerpo diplomático en nuestro país que el gobierno hoy empuja a un escenario muy peligroso y de aumento de la crisis», escribió en Twitter Capriles la noche del jueves tras la decisión del CNE.
El analista León, sin embargo, no cree en la presión internacional y asegura que la «muerte» del revocatorio no le sorprende, ya que cree que el gobierno «entiende que no puede ganar» unas elecciones, algo que ya vivió en las legislativas de 2015.
León va incluso más allá. Ya ni piensa en el revocatorio en 2017. «Mi mayor preocupación es si va a haber elecciones presidenciales en 2018»
fuente.bbcmundo