La organización insiste en que las vacunas contra el coronavirus deben distribuirse de forma equitativa, tanto en países ricos como pobres. Nadie estará seguro hasta que todos los estén, subraya la OMS.
El jefe para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que el 95% de los 23,5 millones de dosis de vacunas para el COVID-19 que se han administrado hasta ahora en todo el mundo han sido aplicadas en sólo diez países.
En una conferencia de prensa en Copenhague, el director para Europa de la OMS, Hans Kluge, expresó el tema más recurrente de dicha agencia durante la pandemia: para detener al virus, las vacunas deben distribuirse equitativamente, entre los países pobres al igual que los ricos.
En el esfuerzo global para terminar la pandemia, dijo Kluge, “colectivamente, simplemente no podemos dejar a ningún país, ninguna comunidad puede quedar atrás”.
«La OMS y sus socios en la cooperativa COVAX, agregó, están haciendo enormes esfuerzos para llevar la vacuna a cada país; necesitamos que cada país capaz de contribuir, de donar y apoyar el acceso equitativo y la distribución de las vacunas, que lo haga”, agregó.
El especialista en Salud Pública de la OMS, Ihor Perehinets, se unió a Kluge en la rueda de prensa y expresó su confianza en que aquellos que necesitan la vacuna la recibirán.
“El alcance y disponibilidad de vacunas aumentará a paso ligero en todos los países y alcanzaremos el nivel necesario de inmunidad para proteger no solo a los grupos vulnerables, sino a toda la población en la región europea y en el mundo”, dijo. “La cuestión no es si esto ocurrirá, sino cuándo”.
Kluge dijo que las medidas de salud pública diseñadas para combatir la pandemia deben estar basadas en lo que él llamó los “valores básicos”: solidaridad, equidad y justicia social. “Es la única forma de salir de estos tiempos de incertidumbre porque nadie está seguro hasta que todos estemos seguros”.