EE.UU. afirmó que su bombardeo de tres radares costeros en manos de los rebeldes hutíes chiítas en Yemen no implica una escalada militar estadounidense en el conflicto yemení y se limita a responder al lanzamiento de misiles uno de sus destructores en aguas del Mar Rojo.
El portavoz del Pentágono, Peter Cook, intentó disipar los temores de que el disparo de dos rondas de misiles contra el destructor USS Mason en el Mar Rojo y el estrecho de Bab el Mandeb abra la puerta a un conflicto subsidiario con Irán, que apoya a las milicias hutíes.
“Esto ha sido en respuesta directa a las amenazas a nuestro personal y nuestros navíos. Seguiremos respondiendo a amenazas y estamos preparados para responder de nuevo”, aseveró Cook, que negó que esta acción abra un mayor rol estadounidense en el conflicto yemení.
“Lo sabio por parte (de los responsables de los disparos) sería dejar de marcar como objetivo navíos de guerra estadounidenses”, añadió el portavoz.
Cook evitó caracterizar el tipo de proyectiles que han sido lanzados en dos ocasiones en los últimos días contra el USS Mason y el buque anfibio USS Ponce mientras avanza la investigación de los hechos, aunque expertos consideran que pudieron ser facilitados por Irán.
El destructor USS Nitze lanzó ataques balísticos contra varios radares en una zona controlada por milicias hutíes.
“Los ataques contra nuestras fuerzas fueron originados en territorio controlado por hutíes y hemos respondido bombardeando instalaciones que creemos que jugaron un papel”, indicó el portavoz.
Cook aseguró desconocer “quién apretó el gatillo”, de nuevo evitando responsabilizar directamente a los hutíes que controlan la capital yemení, Saná, y una gran parte del país.
Durante más de un año, Arabia Saudita ha liderado una coalición internacional para bombardear posiciones hutíes tras sacar del poder al mandatario Abdo Rabu Mansur Hadi, exiliado actualmente en Riad.
La escalada, que se ha traducido en el lanzamientos de misiles contra los navíos estadounidenses y de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y territorio saudita, se ha desatado tras el bombardeo saudita a la comitiva del funeral del alcalde de Saná la semana pasada, donde fallecieron 140 personas, muchos de ellos líderes tribales. EFE,Aurora