El secretario de Estado de EE.UU., advirtió que si el gobierno de Ortega no realiza las reformas electorales a las que se comprometió en la OEA, y continúa socavando la democracia, «Estados Unidos no dudará en imponer más sanciones».
El hemisferio occidental es ahora un hemisferio de libertad, con la excepción de «unos pocos regímenes autoritarios de pequeña escala que quedan, como Nicaragua», dijo el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en un comunicado publicado en la víspera de Navidad.
El funcionario estadounidense aseguró que el gobierno del presidente Daniel Ortega «se aisló aún más en la región» al aprobar una ley que pone fuertes restricciones sobre aquellos que buscan postularse a la presidencia de la nación centroamericana.
«Su implementación socavará aún más las instituciones y los procesos democráticos al prohibir que las figuras de la oposición se presenten a las elecciones, amenazando con convertir las elecciones de 2021 en una “elección” solo de nombre», argumentó Pompeo quien además advirtió categóricamente que «Estados Unidos no tolerará estas amenazas a la democracia de Nicaragua».
«Una vez más hacemos un llamado a Ortega para que cambie de rumbo, respete los derechos humanos y las libertades fundamentales, y permita elecciones libres y justas».
El proyecto de ley establece que no podrán optar a cargos de elección popular “los nicaragüenses que encabecen o financien un golpe de Estado, que alteren el orden constitucional, que fomenten o insten a actos terroristas, que realicen actos que menoscaben la independencia, la soberanía, la autodeterminación” de Nicaragua.
Pompeo recordó que la administración del presidente Donald Trump ha sancionado a varios miembros de la familia Ortega y su círculo cercano, y aseguró que de no haber cambios pronto «Estados Unidos no dudará en imponer más consecuencias».
En tanto, la presidenta del Centro Nicaraguenses de Derechos Humanos, Vilma Núñez, dijo a la Voz de América que, al aplicar esta ley, el gobierno incurre en una clara violación a los derechos de participación política que es un derecho universal, contenido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
«Eso no es ley, eso prácticamente es una violación a través de una cosa que no se pude llamar ley. Jurídicamente no tiene todos los requisitos para ser una ley, contradice las normas de convivencia internacional, viola todos los tratados, es completamente antijurídica y anti derechos humanos», manifestó.
Sin embargo, la primera dama y vicepresidenta de la República, Rosario Murillo, defendió la nueva legislación señalando que está dirigida a los «traidores de la patria», perfectamente descritos, a su criterio, en el artículo uno contenido en la ley.
“Traidores a la patria. ¿Cómo los conocemos? ¿Cómo sabemos de su odio, de su servilismo a intereses foráneos? ¿Cómo sabemos de su vergonzosa esclavitud? Esclavos, esclavos del imperio, corren al silbato del amo, ahí van, se movilizan, como las manadas, al silbato del amo, qué vergüenza, qué vergüenza”, acusó Murillo.