La representación diplomática de Estados Unidos en El Salvador considera que las relaciones entre ambas administraciones no son sólidas.
“No están sólidas las relaciones entre Estados Unidos y El Salvador, estamos en un momento muy complicado con el Gobierno de El Salvador”, comentó Manes a los periodistas tras asistir a la inauguración de la Innovation Week 2021, celebrada en la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), en San Salvador.
La funcionaria, quien funge como Encargada de Negocios de la embajada estadounidense, no hizo referencia a una razón en específico. Sin embargo, desde que Estados Unidos se pronunció abiertamente sobre las destituciones de los magistrados de la Corte Suprema y del Fiscal General el pasado 1 de mayo, el presidente Nayib Bukele ha cerrado toda comunicación cordial con la diplomacia estadounidense.
El mandatario no aparece en eventos públicos con Manes. Y en la correspondencia pública ha pedido a Estados Unidos mantener “su democracia alejada” de El Salvador: “A ustedes no les interesa la democracia, sino sus propios intereses nacionales. Lo dijo tu jefe, en televisión en vivo, luego de que gastaran un trillón de dólares y 20 años de destrucción y muerte en Afganistán”, protestó Bukele a mediados de octubre vía Twitter..
Un mensaje que llegó luego de que el asesor de la Casa Blanca Juan González dijera en una entrevista que Estados Unidos quiere coordinarse con otros países para evitar que “El Salvador se vuelva otra Venezuela”.
Pese a las declaraciones de Bukele, la encargada de Negocios de la embajada aseguró que va a continuar “trabajando con los salvadoreños” buscando “todos los caminos para poder hacerlo”.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) suspendió en mayo la ayuda financiera a la Policía y la Fiscalía de El Salvador. Y anunció que en los próximos cinco años apoyará a organizaciones de la sociedad civil no solo en El Salvador sino en Honduras y Guatemala.
Una noticia que no fue bien recibida por el mandatario salvadoreño, quien cuestionó: “¿Qué diría el Gobierno de los Estados Unidos si nosotros financiáramos a su oposición política? Porque eso es lo que hacen esas ONG, y eso todo el mundo lo sabe».
Esta era la primera vez que Bukele cuestiona directamente a un país sobre el posible financiamiento a los opositores de su gobierno. El 15 de septiembre insinuó que “países amigos” financiaron una multitudinaria marcha en su contra, la cual reunió a organizaciones sociales, centros académicos, grupos de iglesias y colectivos de identidad.
Confrontación con EE.UU. por partido Nuevas Ideas
El partido político Nuevas Ideas acusó el 1 de noviembre, a la representación diplomática de EE. UU. en El Salvador de conspirar con dos miembros de su bancada para dividir el grupo parlamentario. La embajada lo desmintió.
Los legisladores, que conforman dos tercios en la Asamblea, votaron para remover a los jueces de la Corte y al fiscal General el 1 de mayo de este año; razón por la que organizaciones como Human Rights Watch (HRW) aseguran que dicho partido busca impulsar una “agenda promovida por Bukele para eliminar prácticamente todos los controles sobre el Ejecutivo”.
Con la Asamblea a su favor, Bukele ha impulsado una reforma al sistema judicial lo que le ha abierto la puerta para una reelección.