En los centros de detención de inmigrantes del sur de Estados Unidos hay abusos, falta de garantías legales, segregación y malas condiciones higiénicas, según un informe publicado hoy por tres organizaciones de derechos civiles.
La investigación, titulada “Prisiones en la sombra”, se basa en entrevistas con más de 300 inmigrantes detenidos en seis centros de Alabama, Florida, Georgia y Luisiana.
Según esos testimonios, en los centros el debido proceso -el respeto a todos los derechos legales de la persona por parte del Estado- es “débil”, lo que prolonga las detenciones.
Además, los inmigrantes aseguran haber sufrido abusos físicos, represalias y un “excesivo uso de la segregación” por parte del personal de los centros y de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Asimismo, los detenidos denuncian inadecuada atención médica y de salud mental, lo que, según su relato, ha provocado cinco muertes en los centros en lo que va de año.
También critican las condiciones sanitarias de los centros y la alimentación que se provee, que en algunos casos, según sus relatos, está caducada o tiene insectos.
Otro de los aspectos que señalan es la falta de actividades en el exterior, lo que provoca problemas mentales y físicos.
“Este informe muestra que los centros de detención de inmigrantes en el sur no garantizar los derechos ni la seguridad de las personas que tienen en su custodia”, indica Eunice Cho, autora del informe y abogada de la organización Southern Poverty Law Center (SPLC).
“Inundar el sistema de detención de inmigración con centenares de miles de personas más solo llevará a una grave crisis de derechos humanos”, añade, en referencia a los planes del presidente electo, Donald Trump, de “encarcelar o echar del país” a los dos o tres millones de inmigrantes indocumentados que, según sus cálculos, tienen algún tipo de antecedente delictivo.
Para la directora legal de SPLC, Lisa Graybill, el plan de deportaciones de Trump “requeriría una expansión masiva de un sistema ya roto y la creación de una infraestructura de prisiones que costaría miles de millones y solo exacerbaría el problema de encarcelamiento masivo que tiene el país”.
“Los abusos que tienen lugar en los centros de detención del sur podrían incrementarse enormemente bajo el Gobierno de Donald Trump”, alerta Jessica Vosburgh, directora de Adelante Alabama Worker Center, otra de las entidades que han llevado a cabo la investigación.
“Nuestra investigación subraya un patrón alarmante de mal manejo de prisiones. Trump heredará unas agencias de inmigración que han perfeccionado el arte de abandonar sus responsabilidades en los centros de detención, dejando a las personas vulnerables a los abusos”, apunta Paromita Shah, directora asociada de la asociación National Lawyers Guild (NIPNLG).EFE