España nunca había tenido que repetir elecciones desde que se restauró la democracia en 1978.
El rey Felipe VI firmó este martes un decreto para disolver el parlamento español y convocar a nuevas elecciones programadas para el 26 de junio.
El decreto busca resolver el impase creado tras las elecciones del 20 de diciembre pasado, que aunque fueron ganadas por el Partido Popular, actualmente en el gobierno, no fueron suficiente para formar un gobierno.
La Constitución española contempla que «Si transcurrido un plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato obtuviere la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del presidente del Congreso».
Dos nuevos partidos, el izquierdista Podemos y el centrista Ciudadanos, rompieron la dominancia que habían mantenido durante décadas el PP y el Partido Socialista Español, PSOE, y complicaron el mapa del poder.
El presidente del gobierno actual, Mariano Rajoy, nunca consiguió el apoyo para continuar gobernado, y aunque el líder del PSOE, Pedro Sánchez, logró hacer alianza con Ciudadanos, tampoco consiguió el apoyo de Podemos, que controla 69 escaños del Parlamento.
España nunca había tenido que repetir elecciones desde que se restauró la democracia en 1978.
Las encuestas sugieren que es poco probable que una nueva elección rompa el impase.