El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, subrayó el carácter “humanitario” del desmantelamiento del campamento de inmigrantes conocido como la “jungla” de Calais, y aseguró que se está llevando a cabo de forma tranquila y controlada.
Destacó que el objetivo es proteger a aquellos que pueden solicitar el estatus de refugiado, lejos de la precariedad y vulnerabilidad en la que se encuentran en Calais.
“Este desmantelamiento es un deber humanitario para nuestro país. (…) Responde a la vez a una emergencia, pero también a las expectativas de una ciudad y de sus habitantes, que afrontan desde hace más de quince años una crisis migratoria de gran envergadura”, manifestó al diario “La Voix du Nord”.
Cazeneuve destacó que la operación se tomará el tiempo necesario para poder ser efectuada “con éxito”.
Frente a los disturbios registrados en las últimas dos noches, aseguró que el Ejecutivo no va a permitir que el desmantelamiento se vea comprometido, razón de la fuerte movilización de las fuerzas del orden.
El ministro aseguró que las autoridades francesas cuentan con una “estrategia global” para evitar que un campamento de ese tipo vuelva a formarse.
En la misma se incluye un refuerzo de la protección del eurotúnel y del puerto de Calais, y “una política firme y eficaz” de lucha contra las redes de inmigración clandestina hacia el Reino Unido, 33 de las cuales han sido desmanteladas desde principios de año.
En total, entre 6.000 y 8.000 personas están en la llamada “jungla” de Calais, según las autoridades, que están siendo evacuadas en autobuses.
El Ejecutivo prevé que hoy partan 60 autobuses con 50 inmigrantes cada uno, una cadencia que esperan mantener en los primeros días, pero que irá en descenso a medida que queden menos personas en el campamento. Mañana están previstos 45, y el miércoles otros 40. EFE,Aurora