Al menos 49 reclusos han muerto y 30 resultaron heridos tras un motín en una prisión en la ciudad de Tuluá, en el suroeste de Colombia, según reportaron las autoridades locales.
El director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), Tito Castellanos, citado por el diario El Tiempo, señaló que el motín comenzó cerca de la 1am y calificó el evento como «trágico y desastroso».
Según los medios locales, el motín comenzó en el pabellón número 8 de la cárcel, con cerca de 180 presos.
Tras la intervención de los guardias, los reclusos prendieron fuego a colchones, lo que ocasionó un gran incendio.
«Hubo una llamada casi a la 1:20 de la mañana por un posible amotinamiento. (…) Se verifica que hubo una quema de muchos colchones, y hasta el momento son cerca de 50 las personas trasladadas a centros asistenciales», informó el director del Inpec la mañana del martes.
El presidente de Colombia, Iván Duque, lamentó en su cuenta de Twitter lo que calificó de «terrible situación» y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas.
Por su parte, el presidente electo, Gustavo Petro, a la vez que se condolía por lo ocurrido, dijo en su cuenta de Twitter que «el estado colombiano ha mirado la cárcel como un espacio de venganza y no de rehabilitación. Lo acontecido en Tuluá, como la masacre en La Modelo obliga a un replanteamiento completo de la política carcelaría».
Las autoridades precisaron que el número de muertos y heridos era «preliminar» y que «puede cambiar».