Decenas de familias cristianas de Egipto han abandonado el norte de la península del Sinaí por miedo a los ataques de grupos jihadistas y están recibiendo asistencia en la ciudad egipcia de Ismailiya, informó un activista por los derechos de esta minoría.
Mina Thabet explicó que decenas de familias han llegado hasta el momento y muchas más se espera que lleguen a Ismailiya, la primera urbe que se encuentra a la salida de la península del Sinaí, donde están siendo atendidas en la iglesia copta local.
“Es una situación de emergencia, todos están intentando ayudar y a algunas familias ya se les ha encontrado un refugio”, detalló Thabet.
El destacado activista señaló que los que huyen lo hacen porque no se sienten seguros, después de que varios cristianos hayan sido asesinados recientemente en la ciudad de Al Arish, capital de la provincia del Norte del Sinaí.
“Algunos (de los desplazados) han recibido amenazas directas del Estado Islámico (EI)”, aseguró Thabet, que denunció que los extremistas quieren expulsar a todos los cristianos de la región, donde se han hecho fuertes en los pasados años.
Esta semana, la filial del Estado Islámico en Egipto difundió un vídeo a través de internet en el que amenazó a la minoría copta -que representa cerca del 10 por ciento de la población egipcia, mayoritariamente musulmana- y les aseguró que “lo peor” está por llegar.
El portavoz de la Diócesis del Norte del Sinaí, Gubrail Ibrahim, dijo que 90 familias abandonaron sus hogares debido a los asesinatos, un total de siete hasta el momento, a manos de “grupos terroristas”.
“Cada vez que se conoce un nuevo caso, más familias deciden marcharse”, resaltó el responsable eclesiástico, quien cifró en unas 300 familias las que residen actualmente en el Norte del Sinaí.
Asimismo, añadió que la Iglesia hace lo que puede para ayudar a los desplazados, les facilita la huida y coordina su acogida en otras localidades egipcias, pero no puede evitar que abandonen su lugar de origen.
Ibrahim aseguró que la comunidad necesita la protección del ejército “con todo su peso”, ya que los militares han reducido su presencia en las zonas urbanas porque está desarrollando operaciones en las montañas y sólo la policía está desplegada en las localidades.
El ejército egipcio lucha contra grupos jihadistas en la zona nororiental del Sinaí, donde estos tienen sus bases y donde han lanzado numerosos ataques en los pasados años contra las fuerzas de seguridad, que suelen ser su blanco principal. EFE y Aurora