La catedral Notre Dame de París, devastada ayer por un feroz incendio que comenzó a las 7:00 p.m., hora local (9:00 a.m. de El Salvador), es una de las grandes joyas de la arquitectura gótica que ha inspirado a escritores y artistas durante sus ocho siglos de historia. Junto con la torre Eiffel son los grandes atractivos de la ciudad.
Las llamas causaron el derrumbe de la aguja, y despidieron columnas de humo y cenizas sobre los turistas que miraban desconsolados a los alrededores.
El vocero local de la iglesia Andre Finot aseguró que todo el interior de madera del lugar estaba ardiendo. “Todo se está quemando, no quedará nada aparte del marco”, añadió Finot.
Los bomberos dijeron que es posible que el incendio se debió a un proyecto de renovación en la aguja de la iglesia y sus 250 toneladas de plomo.
Al poco tiempo de iniciado el siniestro, el presidente francés Emmanuel Macron anunció que se dirigía al lugar, expresando que las llamas se estaban llevando parte del pueblo francés. En Twitter, el mandatario publicó que le entristecía “ver como una parte de nosotros se incendia”.
Y agregó que acompañaba en sus pensamientos “a todos los católicos y a todo el pueblo francés”.
La vista del incendio dejó asombrados a los transeúntes, que frenaron abruptamente para ver.
Las reliquias
La catedral aún resguarda muchas reliquias de importancia histórica, no sólo para Europa sino también para la humanidad.
Entre lo que se salvó está lo que se conoce como el Tesoro de Notre Dame, de la que forma parte la túnica de lino del rey San Luis, del siglo XIII.
Y de acuerdo con el sitio oficial de la catedral, actualmente existen tres reliquias de Cristo en el Tesoro de Notre-Dame: un fragmento de la Cruz del Calvario de unos 24 centímetros, uno de los clavos que sirvió para fijar a Cristo en la Cruz y la Corona de espinas.
Esta última se salvó del fuego, de acuerdo con Patrick Chauvet, rector-arcipreste de Notre Dame.
Entre algunas joyas que se perdieron están el órgano Cavaillé-Coll, compuesto por piezas elementos fundamentales de la liturgia. El mayor de los órganos, con cinco teclados y cerca de 8.000 tubos, se considera uno de los más célebres del mundo.
Varios de los vitrales también fueron consumidos por las llamas, y se teme por otras piezas.
En la fachada occidental, el Pórtico del Juicio es el más fastuoso de todos. Instalado entre 1220 y 1230, representa el último juicio según el Evangelio de San Mateo.
Los tres rosetones (dos de ellos con un diámetro de 12,90 metros) constituyen también algunos de los elementos más paradigmáticos del edificio, junto al resto de los vitrales en la parte superior de sus alas oeste, norte y sur.
La Fiscalía de París anunció la apertura de una investigación para determinar las circunstancias del incendio que redujo a cenizas buena parte de la catedral parisina.
por.edh