Con la cantidad de gente haciendo deporte y ejercicios de fitness, hidratar, hidratar, hidratar se ha vuelto como un mantra.
En las cantidades adecuadas, el agua nos protege de la confusión mental, los cambios de humor, el estreñimiento y otros males que pueden surgir incluso de una pequeña cantidad de deshidratación. Ayuda a regular la temperatura de nuestro cuerpo, lubrica nuestras articulaciones y elimina los desechos a través del sudor, la orina y las deposiciones.
Dado que obtenemos tantos beneficios de este líquido sin calorías, podría pensarse que si beber agua es bueno, beber más podría ser mejor.
“¿Es el agua benéfica para las personas? Absolutamente. ¿Beber más de lo que necesita para reemplazar las pérdidas de peso de agua mejora su entrenamiento? Seguramente no”, dice el Dr. Joshua Scott, especialista en medicina deportiva de atención primaria del Instituto Cedars-Sinai Kerlan-Jobe.
“De hecho, es peligroso hacerlo”, afirma. Esto se debe a que la sobrehidratación (beber grandes cantidades de agua durante un largo período de tiempo) puede ponerte en riesgo de hiponatremia, una afección causada por niveles anormalmente bajos de sodio en el torrente sanguíneo.
Los peligros de beber demasiada agua
Los síntomas de la hiponatremia incluyen náuseas y fatiga y pueden progresar rápidamente a confusión, convulsiones y, en casos raros, la muerte.
El Dr. Scott usa el ejemplo de corredores de maratón mal entrenados que toman agua en cada puesto de ayuda a lo largo del recorrido y tardan mucho en cruzar la línea de meta. Durante ese prolongado tiempo, pierden sal a través del sudor y, al ingerir tanta agua, diluyen el sodio que queda en sus cuerpos.
“Si haces ejercicio o realizas una actividad deportiva durante más de una hora, debes reemplazar no solo el agua, sino también el sodio. Esto podría significar tomar una bebida deportiva o incluso un refrigerio salado”, dice el Dr. Scott. Otros electrolitos, minerales esenciales como el potasio y el calcio, se pueden suministrar a través de tu dieta diaria, aconseja el Dr. Scott.