El diplomático venezolano Gustavo Tarre, designado para representar al gobierno interino de Juan Guaidó en la Organización de Estados Americanos (OEA), estaría cerca de ocupar su silla en el organismo en la medida en que se concreta la salida ordenada por el presidente en disputa Nicolás Maduro.
Falta menos de un mes para que se cumpla el plazo previsto hasta el 27 de abril próximo, cuando cesará la representación diplomática de Maduro en la OEA.
La jugada estaba cantada desde hace dos años atrás, cuando Maduro dijo al secretario general, Luis Almagro, que se iba y lo acusó de haber ejercido «la peor de las actuaciones en la historia de esta organización».
Su canciller Jorge Arreaza lo reiteró luego: «Venezuela, como ustedes saben, ya se fue de esta organización». Argumentó que la OEA «lo que hace es generar condiciones para el intervencionismo».
Pero justo a tiempo Guaidó dijo que Venezuela se quedaba en la OEA, así que nombró a Tarre y desde entonces no le ha faltado el apoyo de la mayoría de los países que la integran.
Guaidó asumió la presidencia interina de Venezuela el 23 de enero pasado, pocos días después de que Maduro ocupara un segundo mandato el 10 de enero, que fue catalogado de «ilegítimo» por muchos, dentro y fuera del país.
La OEA fue creada en 1948 cuando se subscribió, en Bogotá, Colombia, la Carta de la OEA que entró en vigencia en diciembre de 1951. Está considerado como el organismo regional más antiguo del mundo, cuyo origen se remonta a la Primera Conferencia Internacional Americana, celebrada en Washington, D.C., de octubre de 1889 a abril de 1890.
Actualmente reúne a 35 Estados independientes de las Américas y constituye el principal foro gubernamental político, jurídico y social del hemisferio.
La salida ordenada por Maduro es inédita. En diferentes momentos de la historia, países como Cuba (1962) y Honduras (2009) fueron suspendidos del organismo.
Lo que está por venir
El embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, expresó a la Voz de América que el organismo se alista para votar la entrada nuevamente de Venezuela al grupo de naciones.
Trujillo asume a nombre de Estados Unidos la presidencia del Consejo Permanente de la OEA el próximo lunes 1 de abril.
Para hacer firme el retorno de Venezuela será preciso el visto bueno de Almagro, que lo confirmó desde el principio, y el voto de al menos 18 naciones de la OEA. Ese será uno de los desafíos de la presidencia de Trujillo.
«Sabemos que los países de la OEA reconocen más al gobierno de Juan Guaidó que al narcotraficante Nicolás Maduro», indicó Trujillo a VOA Noticias.
«Tenemos que lograr la mayoría de los 18 (votos necesarios para) que reconozcan al presidente Juan Gauidó, y que podamos aceptar a su embajador, y desde ese momento arrancar con reconstruir la democracia y los derechos humanos en Venezuela», señaló el diplomático.