La misma se llamará Brilife y se desarrolló en el Instituto Biológico del país hebreo. En mayo arribarán expertos en medicina para confirmar la futura fabricación.
Israel y Argentina están en tratativas para producir la vacuna contra el coronavirus desarrollada en el país. La vacuna, llamada Brilife, se basa en vectores, no causa enfermedad alguna por sí sola y desarrolla defensas inmunológicas.
El Hospital Universitario Hadassah, líder en ensayos clínicos de Fase 2 y en el resto del desarrollo, también puso su grano de arena para que este trato se lleve a cabo muy pronto en la nación sudamericana.
La idea es convocar voluntarios argentinos para que formen parte de las pruebas de Fase 3 del fármaco y ver si funciona realmente, para que se produzca en Sudamérica, mediante un acuerdo público y privado. Las negociaciones del embajador argentino Sergio Urribarri en Israel habían comenzado en el verano pasado.
Según consignó el diario Clarín de Argentina, se precisarán entre 30 y 40 mil personas para la última parte del proceso de inoculación, y la culminación del segundo tramo será a fines de abril.
Debido al gran caudal de habitantes inmunizados ante el coronavirus en Israel, es difícil encontrar más interesados en contribuir con este estudio epidemiológico, por lo que Argentina juega un papel clave en el avance y progreso del mismo para tener éxito.