El brote del nuevo coronavirus comenzó en Wuhan en diciembre y se extendió con rapidez a otras partes de China.
Los residentes de Wuhan comenzaron este jueves a viajar fuera de los límites de esa ciudad china, centro de la epidemia del nuevo coronavirus, después de levantarse un cierre virtual de casi tres meses para contener la propagación de la enfermedad.
Las autoridades de aviación de China dijeron que hubo 221 vuelos de entrada y salida de Wuhan el miércoles, el primer día que se permitió viajar libremente a los residentes.
Más de 500.000 personas volvieron a llenar en sus vehículos las autopistas, los puentes, los túneles y las casetas de peaje que habían estado cerradas desde enero, cuando los 11 millones de habitantes de Wuhan quedaron aislados del resto del mundo.
El virus fue detectado en diciembre en Wuhan, la capital de la provincia central de Hubei, y se esparció con rapidez fuera de sus fronteras cuando los residentes comenzaron a viajar con motivo de las festividades del nuevo año lunar.
La ciudad fue el foco de la mayoría de los 82.000 casos confirmados de COVID-19 en China y de la mayoría de las más de 3.300 muertes.
Los residentes pudieron salir si presentaban un “código de salud” verde en una aplicación obligatoria para teléfonos inteligentes, que indica que se ha determinado que su salud les permite viajar.
Parte de la aprobación del “código de salud” se basa en que el vecindario donde residen haya sido declarado libre de coronavirus. Muchos viajeros de Wuhan también enfrentan cuarentenas de dos semanas cuando lleguen a sus provincias de destino.