«La última innovación que se le agregó es un sistema electrónico que, cuando el paciente recupera la capacidad de respirar, el equipo se apaga», dijo el director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia, de El Salvador.
SAN SALVADOR, EL SALVADOR — Dando esperanza en medio de la crisis, el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) aporta un proyecto único e innovador que promete salvar muchas vidas y dar un alivio a la crisis de respiradores artificiales a la que se enfrenta el país, así como el resto de los países de la región.El proyecto, desarrollado por ingenieros y científicos, del laboratorio de nanotecnología de la UFG consiste en el prototipo de respirador mecánico automatizado, el cual funciona con un motor y elementos obtenidos de la impresión 3D.
El equipo presiona una bomba manual o ambú que se usa para dar asistencia respiratoria en las áreas de emergencia.
Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Invocación de la UFG explicó que » la última innovación que se le agregó es un sistema electrónico que, cuando el paciente recupera la capacidad de respirar, el equipo se apaga y eso también es muy valioso”.
Según el profesional lo normal es que cuando el equipo es manual, se puede seguir dando aire al paciente, aunque ya están funcionando los pulmones, “y podes crear un shock pulmonar insuflándole más aire del que necesitan, con este sensor el equipo se apaga solo «, detalló.
Picardo, también sostiene que el sistema de salud no cuenta con suficientes equipos automatizados, esto obliga a que, por horas, un médico esté designado a dar respiración asistida de forma manual.
El costo de un respirador convencional puede rondar entre los 30 mil y 50 mil dólares, pero con este innovador sistema, el valor de producción será de 5 mil dólares aproximadamente, ya que la materia prima para su construcción son materiales industriales, disponibles en mercados internacionales.
«El mercado para equipos médicos está totalmente desabastecido a nivel mundial, es por eso por lo que hemos recurrido a otro tipo de componentes para poder tanto diseñarlo como para hacer las pruebas y crear el primero», dijo Rainer Christoph, Investigador que participa del proyecto.
De acuerdo con los académicos salvadoreños el prototipo estará listo la próxima semana, luego, el trabajo se enfocará en la creación de un manual de uso. El primer lote de 30 respiradores podría estar disponible a inicios del mes de mayo.
La finalidad del proyecto es ser usado en las unidades de cuidados intensivos que se habilitarán en diferentes hospitales nacionales del país, para atender a pacientes de COVID-19, en situación grave de salud y que necesiten respiración asistida.
Los propulsores del proyecto explican que el desarrollo del respirador se inició cuando El Salvador entró en cuarentena obligatoria, situación que también les ha generado limitaciones tales como conseguir el material necesario para su construcción.
El Salvador tiene hasta este miércoles 93 casos confirmados por COVID-19, 5 muertes y 5 casos de personas recuperadas.