En un comunicado emitido el domingo, el secretario general de la ONU indicó que «para muchas mujeres y niñas, la amenaza es mayor donde deberían estar más seguras, en sus propios hogares».
«Pero la violencia no se limita al campo de batalla», dijo en un comunicado el domingo por la noche. “Para muchas mujeres y niñas, la amenaza es mayor donde deberían estar más seguras, en sus propios hogares. Y entonces hago un nuevo llamamiento hoy por la paz en el hogar, y en los hogares, en todo el mundo».
Muchos países han reportado un aumento en los incidentes de violencia doméstica y llamadas a líneas directas de abuso desde que la pandemia comenzó a extenderse a nivel mundial a principios de este año.
En Francia, las tasas de violencia doméstica aumentaron en un tercio en una semana. En Sudáfrica, las autoridades recibieron casi 90,000 informes de violencia contra las mujeres en la primera semana de su encierro.
El gobierno de Australia dice que las búsquedas en línea de apoyo a la violencia doméstica han aumentado en un 75%, mientras que en Turquía, los activistas exigen mayores protecciones después de que el asesinato de mujeres aumentó drásticamente tras la orden de permanencia en el hogar el 11 de marzo.
El cierre de ciudades y el aislamiento social ordenado por gobiernos busca frenar la propagación del virus respiratorio que ha enfermado a más de 1,25 millones de personas en todo el mundo y matado a casi 70.000.
«Hago un nuevo llamamiento hoy por la paz en el hogar, y en los hogares en todo el mundo», indicó Guterres.
Las órdenes de quedarse en casa implican que las familias conviven todo el día en el espacio del hogar, con hombres que han perdido el trabajo y para quienes aumentan las frustraciones sin que sea claro cuándo terminará el confinamiento.
«Sabemos que los bloqueos y las cuarentenas son esenciales para suprimir COVID-19. Pero pueden atrapar a las mujeres con parejas abusivas», reconoció el líder de la ONU en su comunicado.
Guterres señaló además como agravantes que los proveedores de atención médica y la policía están abrumados y con poco personal, mientras que los grupos de apoyo locales están paralizados o no tienen fondos. También afirmó que algunos refugios de violencia doméstica están cerrados y otros llenos.
Al mismo tiempo, otros grupos de la sociedad civil luchan por mantener el personal y los recursos. En algunas ciudades, los refugios de violencia doméstica han sido convertidos en centros de salud.
«Insto a todos los gobiernos a hacer de la prevención y reparación de la violencia contra las mujeres una parte clave de sus planes nacionales de respuesta para la COVID-19», dijo Guterres sobre la enfermedad causada por el coronavirus.
A la vez expresó que es un imperativo declarar los refugios como servicios esenciales, establecer sistemas de advertencia de emergencia en farmacias y supermercados y crear formas seguras para que las mujeres busquen ayuda sin alertar a sus abusadores.