La pandemia del COVID-19 ha tensado aún más la relación entre EE.UU. y China, que se acusan mutuamente de tergiversar la información para tapar sus propios errores.
El funcionario recordó que el brote comenzó en Wuhan, «no cabe duda al respecto», y lamentó que el «encubrimiento» por parte de las autoridades chinas «retrasó la respuesta de una manera que, ciertamente, puso miles de vidas en peligro».
Con estas palabras, el jefe de la diplomacia estadounidense hacía suyo el mensaje repetido desde hace días por el presidente Donald Trump, quien en reiteradas ocasiones ha acusado al gigante asiático de agravar la pandemía al ocultar información sobre el brote.
«La importancia de la transparencia para la salud humana y la inestabilidad global creada por el comportamiento del Partido Comunista chino es algo muy arriesgado», recalcó Pompeo.
Las palabras del funcionario estadounidense provocaron el rechazo de Pekín, de acuerdo con Reuters, que pidió a Washington que deje de «politizar» la crisis sanitaria.
It is very important that we totally protect our Asian American community in the United States, and all around the world. They are amazing people, and the spreading of the Virus….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 23, 2020
El propio Trump suele referirse al coronavirus como el «virus chino», algo que ha suscitado numerosas críticas al considerar que esta expresión pone en peligro a la comunidad estadounidense de origen asiático por tener un matiz racista, algo que el mandatario ha rechazado tajantemente.
«No es racista en absoluto, [el virus] procede de China y quiero ser preciso», justificó Trump en una rueda de prensa celebrada el pasado 18 de marzo.
No obstante, el presidente recurrió este martes a las redes sociales para difundir un mensaje pidiendo que se proteja a la comunidad asiático-americana «en Estados Unidos y en todo el mundo» ante las crecientes muestras de desprecio sufridas por este grupo a lo largo del país.