Las políticas de Donald Trump hacia los migrantes indocumentados no tienen tregua en tiempos de coronavirus.
De acuerdo con datos oficiales, Estados Unidos ha expulsado a más de 6.300 personas por su frontera con México, tras la aprobación de poderes de emergencia para frenar la propagación del coronavirus.
Y es que, según una medida de salud pública del 21 de marzo, las autoridades federales pueden anular las leyes de inmigración existentes, lo que agiliza los procesos de deportación.
Los críticos de la norma aseguran que se está utilizando como una extensión de las estrictas políticas de inmigración del gobierno de Trump.
Mientras tanto, el número de cruces fronterizos ilegales ha disminuido en medio de las restricciones de viaje en toda la región, según las autoridades de inmigración de EE.UU.
¿Qué dice la orden?
La orden de emergencia de salud pública emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. prohíbe la entrada de extranjeros considerados como un «peligro grave» para la propagación de enfermedades transmisibles.
La medida, inicialmente en vigencia durante 30 días, era necesaria para limitar la propagación de la enfermedad en lugares concurridos, como estaciones de patrulla fronteriza o puertos de entrada, según indicó Robert Redfield, director de los CDC.
Estados Unidos tiene el mayor número de contagios de coronavirus a nivel mundial: más de 500.000 infectados y casi 19.000 fallecidos (Cifras de la Universidad Johns Hopkins, que rastrea la enfermedad a nivel mundial, a 11 de abril).
Desde que se introdujo la medida de los CDC, las detenciones en la frontera disminuyeron en un 50%, según el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP) Mark Morgan.
Entre tanto, menos de 100 personas estaban bajo custodia de la agencia, una caída del 97% del promedio de 3.000.
Según Morgan, la mayoría de los detenidos en la frontera fueron enviados de regreso a México, mientras que algunos fueron devueltos a sus países de origen.
¿Cuál es la situación en los países de origen de los migrantes?
En los últimos años, la mayoría de las personas que intentan ingresar a EE.UU. provienen de Guatemala, Honduras y El Salvador, y, por lo general, aseguran que huyen de la pobreza y la violencia.
Combinados, esos países tienen menos de 700 casos confirmados de covid-19 y 32 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.
México tiene unos 3.800 casos confirmados y 233 muertes.
Entre los que son enviados de regreso bajo la orden de los CDC están los niños que llegan a la frontera solos y que antes eran transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos para ser protegidos de la violencia y la explotación.
¿Cuáles han sido las reacciones?
Morgan rechazó las críticas de que la medida de salud se estaba utilizando como una extensión de las políticas de inmigración de línea dura del gobierno de Trump.
«No se trata de inmigración. Se trata de salud pública. Se trata de presentar medidas agresivas de mitigación y contención», alegó.
Pero un documento interno de CBP publicado por ProPublica muestra que el acceso a protecciones como el asilo ha sido bloqueado de forma efectiva, con excepciones otorgadas solo para aquellos que pueden mostrar un temor «razonablemente creíble» de ser torturado.
El martes, los demócratas en el Comité Judicial del Senado escribieron una carta al Secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, quien supervisa las agencias fronterizas, diciendo que el uso del gobierno de la medida de emergencia de salud pública era ilegal.
«Contrariamente a la ley existente, los individuos, las familias y los niños ahora no pueden presentar solicitudes de asilo o buscar otras formas de protección humanitaria y, en algunos casos, están siendo expulsados a países en los que temen ser procesados», indicaron.
La carta también indica que el gobierno parecía haberse «otorgado poderes radicales para expulsar sumariamente a un gran número de personas» que llegaban a la frontera.
«Esto equivale a una sorprendente expansión del poder ejecutivo con el pretexto de una respuesta global a la pandemia», agregaron.
En marzo, 33.937 personas fueron atrapadas tratando de cruzar la frontera ilegalmente, una caída de 2.577 con respecto al mes anterior, según CBP.
Muchos países de América Latina han cerrado sus fronteras en un intento por detener la enfermedad.
El mes pasado, Estados Unidos cerró sus fronteras con Canadá y México a todos los viajes no esenciales.
fuente:bbcmundo