Mientras muchas personas se quejan de que no fueron incluidas para recibir el bono de alimentación, empleados públicos y privados han cobrado en silencio la suma: el mecanismo de selección permitió que empresarios y salvadoreños en el exterior aparezcan como beneficiarios.
El mecanismo usado para asignar el apoyo económico de $300 para alimentación en la emergencia ha permitido que personas con salario mensual seguro, empresarios y hasta salvadoreños residentes en el exterior, se les haya asignado ese dinero. Incluso, hay hogares que han cobrado más de un bono, según ha comprobado El Diario de Hoy.
En cambio, ese mismo mecanismo ha dejado fuera a personas cuya familia no tiene ningún miembro que tenga un sueldo seguro.
Cristino M. es empleado de la Asamblea Legislativa, guardaespaldas de un diputado, su sueldo mensual es de $500; sin embargo al revisar la plataforma aparece el mensaje: “CRISTINO, sí eres beneficiario del apoyo económico de $300 para alimentación de tu vivienda”.
Cristino reside en una zona rural del municipio de San Pedro Perulapán, departamento de Cuscatlán. El viernes anterior, El Diario de Hoy le preguntó si había salido beneficiado con el bono pero el burócrata dijo que no lo sabía porque no había indagado en la página web que el gobierno ha dispuesto para tal fin.
Agregó que por haber estado trabajando hasta ese día, no se había percatado. Negó rotundamente haberlo cobrado.
Pero eso sí, admitió que su esposa lo había recibido y que ya lo había retirado del banco.
Y en efecto, al verificar en el sistema, a la esposa de Cristino le aparece el mismo mensaje, solo con la variante del nombre: “ELPIDIA, sí eres beneficiario del apoyo económico de $300 para alimentación de tu vivienda”.
El presidente Nayib Bukele informó que aquellas familias en que alguno de sus miembros tuviera un salario asegurado, serían excluidas del beneficio de los 300 dólares. “Si en el hogar hay un salario, esos hogares no van a recibir ese dinero”, dijo puntualmente.
Pero en el caso anterior, además de que Cristino tiene asegurado su sueldo, tanto él como su mujer fueron incluidos en ese beneficio. Como este caso, hay otros empleados públicos y privados que fueron beneficiados con el bono.
Empresarios y “hermanos lejanos” también tienen bono
A diferencia del empleado de la Asamblea Legislativa, que dijo que no había digitado su número de DUI para ver si era beneficiario, Harold Botto, un empresario residente en Nuevo Cuscatlán, sí checó en las primeras horas en que el Gobierno anunciara que había puesto a disposición un sitio en internet para que las personas verificaran si les había salido el bono.
Harold Botto, un empresario, hizo público que había salido beneficiado con el bono de 300 dólares; dijo que compraría víveres para entregar a familias necesitadas. Foto EDH
“Salí como beneficiario de los $300.00. Gracias a Dios estoy bien y no lo necesito. Ese dinero será entregado a las comunidades de mi municipio Antiguo Cuscatlán. La ayuda va en camino y aparte aportaré con más para beneficiar a más de 600 familias!”, publicó Botto en su cuenta de Twitter, a media tarde del 29 de marzo pasado.
Como Botto, hay más empresarios a quienes el sistema favoreció.
Celso A. B., empresario de transporte público y residente en San Pedro Perulapán, también salió beneficiado, constató El Diario de Hoy.
Pero el mecanismo a través del cual se seleccionó al millón y medio de beneficiados con los 300 dólares también ha incluido a salvadoreños que residen en el exterior.
María A. reside desde hace varios años en Australia; sin embargo, también aparece como beneficiaria.
Ella envía remesas a su familia. Por mensajería directa dijo que no sabía cómo cobrarlo pues enviar un poder le saldría mucho más caro.
Decepcionados por el sistema
En la otra cara de la moneda hay gente como José Alfredo Rauda Flores e Israel Antonio Martínez López, dos personas que no tienen empleo y que desde el 5 de abril anterior decidieron salir de sus casas a vender minutas en un carretón por las calles más inmediatas del lugar donde viven, en Ciudad Delgado.
El dueño del carretón es Israel Antonio, quien comparte las ganancias del día con su amigo que le ayuda a empujar el carretón.
Ambos aseguran que tienen temor de que en algún momento se los puedan llevar a un centro de contención, pero en su familia no hay nadie con salario fijo y no tienen otra alternativa que arriesgarse para poder llevarles algo de comida.
El de Floren Ochoa es otro caso similar. Tanto ella como su esposo no tienen empleo fijo, asegura.
En la primera plataforma que el presidente Bukele anunció el 28 de marzo, Yamileth aparecía que sí era beneficiada y le daba fecha y sucursal donde tenía que cobrarla.
Pero en la nueva plataforma ya no aparecía. Llamó al Cenade y le dijeron que sus 300 dólares ya estaban depositados, sin embargo, estando en el banco le dijeron que no aparecía. Ella les mostró la captura de pantalla donde le notificaban que sí tenía derecho. La mandaron a varios bancos pero siempre le decían que su DUI no aparecía. Hasta la fecha, Floren no ha recibido el bono, tampoco su esposo.
por. edh y radioworld