Es considerado como un club exclusivo que reúne a los países de mayor desarrollo en el mundo. Y este viernes Costa Rica se convirtió en el primer estado de América Central al que le abren sus puertas.
Los embajadores de los 37 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) extendieron por unanimidad este viernes una invitación para que Costa Rica se integre como miembro pleno de esa institución.
«Estamos encantados de acoger a Costa Rica en la gran familia de la OCDE en un momento en que el multilateralismo es más importante que nunca», dijo Ángel Gurría, secretario general de la organización, a través de un comunicado.
Aunque el anuncio de que Costa Rica ha sido «invitada» a integrarse en la OCDE puede causar la impresión de que es un paso inicial, en realidad, con este anuncio se pone fin a un largo proceso que se extendió por más de un lustro.
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, informó que había sido notificado formalmente de la invitación y destacó que esto convierte a Costa Rica en el cuarto país de América Latina en integrarse en la organización, que se dedica al intercambio y a la fijación de buenas prácticas en los ámbitos institucional y económico.
Un largo proceso
Costa Rica manifestó su interés en adherirse a la OCDE en mayo de 2012 y, un año más tarde, la organización acordó trabajar junto a ese país para trazar la ruta hacia la membresía.
Entonces, comenzó un proceso que culminó este 31 de marzo, cuando el país centroamericano obtuvo la aprobación de los 22 comités técnicos de la OCDE, poniendo punto final a un trabajo de preparación de cinco años.
«Esta etapa constituyó un proceso riguroso de evaluación que dio como resultado un conjunto de recomendaciones y una agenda robusta de reformas y medidas que el Estado costarricense ha venido implementando durante los últimos años», señaló el gobierno de Costa Rica a través de un comunicado.
Culminamos un arduo camino de un extraordinario esfuerzo país. Aplaudo la gran labor del equipo de gobierno del expresidente @luisguillermosr y expresidenta @Laura_Ch que también lo hizo posible. ¡Somos el primer país centroamericano en ingresar a la @ocdeenespanol! 🇨🇷 https://t.co/l6WUl4oG1v
— Carlos Alvarado Quesada (@CarlosAlvQ) May 15, 2020
La integración en la OCDE exige que los países cumplan con una serie de estándares y buenas prácticas institucionales. En el caso de Costa Rica, según indicó el gobierno, el país tuvo que aprobar en la última etapa unas 14 leyes para adaptarse a esos requisitos.
Como miembro de la OCDE, el país centroamericano podrá participar en más de 300 comités y grupos de expertos y de trabajo que se dedican a la búsqueda de soluciones a muchos de los retos sociales, medioambientales y económicos del mundo actual, así como al desarrollo de estándares de políticas públicas en campos tan diversos como la educación y la lucha contra la evasión fiscal.
Tras la invitación anunciada este viernes, solamente quedan por cumplirse algunas formalidades como la firma del acuerdo de adhesión y su posterior aprobación por la Asamblea Legislativa y por el Ejecutivo del país centroamericano.
Solamente tres países de América Latina habían logrado hasta ahora su entrada en la OCDE: México en 1994, Chile en 2010 y Colombia, cuya admisión fue anunciada el 28 de abril.
Un hito para «la Suiza de Centroamérica»
Por Marcos González Díaz, corresponsal en México y Centroamérica
Desde una Centroamérica acostumbrada a ser identificada con graves problemas de violencia, Costa Rica -aunque tampoco es inmune a las garras del narcotráfico- presume de una seguridad a años luz de la mayoría de sus vecinos.
Y eso se nota en el turismo, una de las principales fuentes de ingresos para este país al que cada año llegan millones de viajeros interesados en experimentar su famosa filosofía relajada de «pura vida» y en descubrir por qué es líder mundial en políticas y logros ambientales.
Una mayor estabilidad política y una menor percepción de corrupción a nivel centroamericano también ayudaron en las últimas décadas al crecimiento económico sostenido de Costa Rica, que no se conformó con exportar café y banano y evolucionó hacia otros mercados como el de los equipos electrónicos.
De manera paralela a ese crecimiento, el país se ha caracterizado históricamente por una fuerte inversión social para el bienestar de la población, que goza de un acceso casi universal a educación, pensiones y salud.
El sistema sanitario de los ticos -que gozan de la mayor esperanza de vida en América Latina- fue reconocido internacionalmente y está siendo una de las claves en su respuesta a la crisis del coronavirus.
El Banco Mundial se refiere a Costa Rica como «una historia de éxito» en términos de desarrollo, pero le recuerda otros desafíos pendientes como garantizar la sostenibilidad de esa financiación pública.
Su ingreso a los países de la OCDE debería ayudarle, por ejemplo, a descubrir cómo acabar con la persistente desigualdad que impera en el país, pese a tener una de las tasas de pobreza más bajas de América Latina.