Solo en EE.UU se han registrado 90 muertes de niños comentó, el Dr. Sean O’Leary, vicepresidente de la Comisión de Enfermedades Infecciosas de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés).
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de una infección por SARS-CoV-2 son los mismos en los niños que en los adultos, estos son congestión, tos, fiebre, pérdida del sentido del olfato y todos pueden ocurrir tanto en adultos como en niños.
Otros signos de alarma incluyen cualquier dificultad para respirar; erupciones en la piel, especialmente alguna que se extendienda rápidamente; falta de energía y problemas para mantener despierto a un niño, destacó el pediatra Daniel Cohen, quien trabaja cerca del epicentro del brote de New Rochelle, Nueva York, donde casi 2 mil 900 personas se infectaron desde principios de marzo hasta finales de mayo.
“Es muy importante informarle al médico de inmediato si realmente no puedes hacer que se levanten, si se quedan dormidos todo el tiempo y simplemente están agotados, si no beben, no comen: las actividades de la vida diaria”, enfatizó Cohen.
Los síntomas, cualquiera que sean no se debe desestimarlos y se debe de comunicar con su pediatra, recomiendan los expertos.
“Puede ser algo que no puede comunicar, pero algo le molesta. Siempre les digo a los padres: ‘Mira, si estás nervioso, yo también debería estarlo. Así son las cosas ahora’. La única llamada que es incorrecta es la que no se hizo”, advirtió el especialista.
No es solo el diagnóstico de COVID-19, indicó el médico. “Está observando la progresión de la enfermedad. ¿Se enferma este niño más rápido de lo que te gustaría ver? Y ahí es cuando quieres que lo atiendan”, agregó Cohen.
Los especialistas advierten que también se debe tener en observación la salud mental de los infantes.
“Los niños están más aislados, los niños muestran más ansiedad, más depresión. Esas son cosas, aunque no están directamente relacionadas con el covid, que necesitan atención”, comentó O’Leary.
¿Cómo saber si su hijo está enfermo?
Es una realidad especialmente aterradora para los padres que muchos niños pequeños son asintomáticos, lo que significa que no hay signos o síntomas de que sus hijos sean portadores del virus. Otros tienen un caso extremadamente leve con pocos problemas.
De acuerdo al especialista, la única forma en que un padre puede sospechar una enfermedad asintomática es rastreando la exposición de su hijo a otros con COVID-19 y estar al tanto de lo que está sucediendo en la escuela a la que asiste el niño.
El pediatra señaló que se debe de tener especial atención a los otros niños y adultos con los que convive en la escuela su hijo.
“Lo más importante para que los niños vuelvan a la escuela es realmente tener el virus bajo control en la comunidad circundante”, resaltó el especialista.
Las medidas de mitigación que funcionan para disminuir la transmisión del virus, tales como usar mascarillas, lavarse las manos y distanciarse físicamente, son las más importantes, apuntó O’Leary.
Una enfermedad rara, pero grave relacionada con el covid-19
Otra preocupación para los padres es el síndrome inflamatorio multisistémico en los niños (MIS-C). Una rara presentación e inusual en los niños que puede aparecer unos días o semanas después de que un niño ha estado expuesto al COVID-19.
Esta enfermedad se parece a algo conocido como Kawasaki, que también es un síndrome inflamatorio en el cuerpo. Y puede ser bastante devastador para los niños, dijo el médico especialista .
Se ha detectado mayor incidencia en EE.UU y en el Reino Unido, más que en otros países del mundo, y los especialistas todavía no est[an seguros de por qué es así. Pero esto es algo en lo que los médicos, pediatras, padres, todo el mundo tienen toda su atención.
Hasta el 6 de agosto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU (CDC, por sus siglas en inglés) habían confirmado 570 casos de MIS-C en 40 estados y en el Distrito de Columbia, incluidas 10 muertes.
La edad promedio de esos casos es de 8 años y el 70% de los casos ha ocurrido en niños latinos o negros no hispanos.
Pistas sobre esta rara condición que debemos tener en cuenta
La primera pista del MIS-C es una fiebre persistente sin una causa clara, según la AAP. Si eso aparece en un niño que ha estado expuesto recientemente a alguien que pueda haber tenido COVID-19, debería ser motivo de sospecha.
Otros signos a tener en cuenta incluyen dolor abdominal, diarrea, glándulas inflamadas, manos y pies enrojecidos o hinchados, labios rojos agrietados y ojos rosados o rojos, lo que se llama conjuntivitis. También puede haber respiración rápida u otros signos respiratorios, pero no son tan comunes.
Además de los síntomas comunes de fiebre, los síntomas gastrointestinales son más frecuentes en los niños con MIS-C, y entre el 80% y el 90% de los pacientes lo padece, comentó a CNN el doctor Friedman, quien también es profesor adjunto de Pediatría en la Escuela de Medicina de Harvard.
Los niños con MIS-C se enferman rápidamente, de acuerdo a la AAP, y pronto pueden mostrar signos de shock. Cuando se examinan, muestran síntomas de disfunción multiorgánica y niveles elevados de inflamación en sangre, advierte.
La mayoría de los niños con MIS-C necesitarán ir al hospital, dicen los CDC, y algunos necesitarán atención en la unidad de cuidados intensivos pediátricos.
El MIS-C se puede prevenir de la misma manera que prevenimos la propagación del nuevo coronavirus en general, eso implica lavado de manos con regularidad, uso de cubrebocas en lugares públicos y distanciamiento físico.
“En cualquier lugar donde haya exposición al COVID, también habrá MIS-C. Es inevitable que veamos esto con la reapertura de las escuelas”, dijo Friedman y agregó que, la gran mayoría de los niños con MIS- C mejoran y bastante rápido.
Diferenciar entre enfermo y estresado
Algunos padres pueden estar preocupados por problemas más típicos de la crianza de los hijos, como si su hijo está realmente enfermo o si simplemente evite levantarse temprano. Debido a que estamos en una pandemia, los expertos dicen que es mejor asumir que el niño no está fingiendo síntomas.
“Muchos niños tienen depresión o reacciones del estado de ánimo a la pandemia, por lo que también pueden afectar el nivel de energía y la motivación”, dijo la pediatra del Desarrollo Conductual, Dra. Jenny Radesky, profesora ajunta de Pediatría en la Universidad de Michigan.
“De manera similar, si tu hijo tiende a tener dolores de cabeza o de estómago en respuesta al estrés, o tiene un estómago sensible, utiliza esa información para no reaccionar de forma exagerada a las nuevas quejas”, agregó.
La especialista señaló que es mejor evitar preguntas directas que los niños pudieran contestar con si o no y mejor preguntar, ¿Qué te duele? Señálalo o ¿Qué sientes?.
Por último, apuntó que los padres deben recordar que la fiebre es un síntoma que no se puede fingir, “Es difícil fingir fiebre. La fiebre no es psicosomática. En caso de duda, llama al médico de tu hijo. Ellos saben cómo diferenciar los síntomas orgánicos de las reacciones psicosomáticas”, destacó.
La Dra. Jenny Radesky, enfatizó que necesitamos más pruebas de vigilancia para detectar estudiantes y maestros asintomáticos, de lo contrario, “podemos sentir una falsa seguridad de que estamos enviando a un niño no contagioso a la escuela”.
En una publicación en la revista JAMA Pediatrics, un equipo de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford recomendó que las escuelas sigan un enfoque de prueba de tres puntos, llevado a cabo en colaboración con los hospitales locales:
– Todos los estudiantes con síntomas deben ser evaluados;
– Las escuelas deben realizar pruebas al azar para los estudiantes y el personal para identificar a los pacientes asintomáticos (importante especialmente para los niños).
– Y a los estudiantes de hogares de alto riesgo se les debe ofrecer pruebas con más frecuencia.