Tras casi ocho meses de deliberaciones, y más de seis de investigación, ya hay sentencia en el caso contra la infanta Cristina de Borbón y su esposo, Iñaki Urdangarín, conocido como «caso Nóos».
La Audiencia Provincial de Palma de Mallorca, en las Islas Baleares, decidió condenar a Urdangarín a seis años y tres meses de cárcel por los delitos de prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencias y dos delitos contra la hacienda pública.
Las tres magistradas del caso absolvieron a la infanta Cristina, de 51 años, de los dos delitos fiscales de los que estaba acusada, aunque le piden una responsabilidad civil a título lucrativo con su marido de 265.088 euros.
La sentencia puede recurrirse ante el Tribunal Supremo.
La fiscalía acusaba a Urdangarín de utilizar su condición de esposo de la Infanta para conseguir contratos públicos hinchados para organizar eventos de deporte y turismo en nombre del instituto Nóos y desviar parte de ese dinero a su bolsillo a través de sociedades pantalla.
El fiscal del caso pedía 19 años y medio de prisión para Urdangarín, exjugador de balonmano y deportista olímpico, mientras que para la hermana del Rey reclamaba la devolución de cerca de medio millón de euros, aunque no presentó acusación contra ella.
Una condena contra la hermana del rey Felipe VI y sexta en la línea de sucesión del trono hubiera sido una sorpresa, al no presentar cargos contra ella la fiscalía y dado que ningún testigo la implicó en la trama durante el juicio.
Solo hubo una acusación contra la hermana del Rey, la de la organización Manos Limpias, que pedía ocho años por ser cooperadora necesaria en dos delitos fiscales cometidos por su esposo.
Sin embargo, la sentencia le reclama a Manos Limpias que cubra las costas del juicio a la Infanta.
Diego Torres, exsocio de Urdangarín, ha sido sentenciado a ocho años y seis meses de prisión, y al expresidente de Baleares, Jaume Matas, a tres años y ocho meses.
Aunque había 17 acusados en el proceso, casi toda la atención estaba centrada en la suerte de la hermana del Rey Felipe VI y su esposo, quienes viven en Ginebra junto a sus cuatro hijos desde el año 2013.
El juicio no tuvo precedentes en la historia de España, ya que era la primera vez que un familiar de un Rey se sentaba en el banquillo de los acusados.
La Infanta, sin embargo, dejó de formar parte de la Familia Real al convertirse su hermano en Rey tras la renuncia de su padre Juan Carlos I, por lo que dejó de tener cargos de representación o de acudir a actos como parte de la monarquía.
Además, su hermano le retiró el título de Duquesa de Palma de Mallorca y a Urdangarín, de 49 años, el de Duque.
Estas son algunas de las claves del caso más mediático de los últimos años en España.
¿Qué es el Instituto Nóos?
El Instituto Nóos nació como un instituto aparentemente sin ánimo de lucro fundado en 1999 por Diego Torres, quien fue profesor de Iñaki Urdangarín en una prestigiosa escuela de negocios.
El instituto no tuvo actividad hasta que se incorporó a él el marido de la princesa Cristina, en 2003.
A partir de entonces y en solo tres años, Nóos logró facturar varios millones de euros, de los que más de 6 fueron de dinero público de los gobiernos regionales de Valencia, Baleares y Madrid.
La fiscalía acusaba a Urdangarín y Torres de lograr contratos públicos muy inflados a cambio de servicios que, o bien no eran ejecutados, o no se correspondían con el costo real, sin que las administraciones públicas pidieran luego cuentas a los dos socios de Nóos.
La Audiencia de Palma, sin embargo, no ha condenado a Urdangarín y Torres por ningún delito relacionado con los congresos organizados por Nóos en Valencia entre 2004 y 2007 por los que facturaron tres millones de euros, explica el diario El País.
Tampoco los ha condenado por las acusaciones relacionadas con la candidatura de Madrid a organizar los Juegos Olímpicos.
¿De qué se acusaba a la princesa Cristina?
La princesa Cristina no fue acusada por la fiscalía.
Fue a juicio por la acusación de una organización, Manos Limpias, que alegaba que ella había facilitado dos delitos fiscales cometidos por su marido.
Las acusaciones se basaban en que la princesa y su esposo eran dueños al 50% de una empresa llamada Aizoon, que según las acusaciones recibió fondos de Nóos de forma irregular.
Manos limpias acusaba a la infanta de participar como cooperadora necesaria en un fraude de unos 330.000 euros a la Hacienda española a través de Aizoon y pedía para ella ocho años de cárcel.
El fiscal del caso, además, pedía que la princesa devolviera cerca de medio millón de euros de los que se habría beneficiado por las actividades de su marido.
La justicia deberá ahora devolverle unos 370.000 euros, la diferencia entre esa cantidad, que ella depositó en 2014, y los 265.000 euros que finalmente debe pagar.
fuente:bbcmundo