Los investigadores de Cedars-Sinai han identificado una nueva terapia potencial para COVID-19: una sustancia biológica creada a partir de células de piel humana rediseñadas.
Los científicos descubrieron que la sustancia detuvo la reproducción del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, y también protegió a las células infectadas cuando se probó en células pulmonares humanas. Aunque todavía en las primeras etapas, los hallazgos abren la posibilidad de tener una nueva terapia para los pacientes con COVID-19. Los detalles de la terapia potencial se publican en la revista Biomaterials and Biosystems.
“Nos sorprendió encontrar que esta terapia potencial cierra una vía en la replicación viral y también protege las células infectadas”, comentó el Dr. Ahmed G. Ibrahim, PhD, MPH, profesor asistente en el Smidt Heart Institute en Cedars-Sinai y primer autor de la estudio.
Actualmente existen pocos tratamientos para COVID-19 y los que existen se centran principalmente en evitar que el virus se replique. Este nuevo tratamiento potencial inhibe la replicación pero también protege o repara el tejido, lo cual es importante porque el COVID-19 puede causar síntomas que afectan a los pacientes mucho después de que se haya eliminado la infección viral.
Astex
La terapia potencial investigada en este estudio fue creada por científicos usando células de la piel llamadas fibroblastos dérmicos. Los investigadores diseñaron las células para producir vesículas extracelulares (VE) terapéuticas, que son nanopartículas que sirven como sistema de comunicación entre las células y los tejidos. La ingeniería de estos fibroblastos les permitió secretar vehículos eléctricos, que los investigadores denominaron “ASTEX”, con la capacidad de reparar tejidos.
En experimentos anteriores, los investigadores demostraron que ASTEX puede reparar el tejido cardíaco, el tejido pulmonar y el daño muscular en ratones de laboratorio. Cuando llegó la pandemia de COVID-19 en 2020, los investigadores se dedicaron a estudiar si ASTEX podría usarse como tratamiento contra el SARS-CoV-2.
El estudio se realizó a través de una colaboración con investigadores de UCLA que probaron ASTEX aplicándolo a células epiteliales de pulmón humano, células que recubren el tracto pulmonar que constituyen el objetivo de la infección por SARS-CoV-2.
Descubrieron que ASTEX impedía que las células iniciaran un proceso inflamatorio que podría conducir a la muerte celular. Las células tratadas con ASTEX también produjeron menos cantidad de un tipo de proteína llamada ACE que el SARS-CoV-2 puede usar para infectar células.
A continuación, el equipo comparó el tratamiento potencial con remdesivir, un medicamento que se usa actualmente para tratar COVID-19, y descubrió que remdesivir no inhibía la producción de ACE. En cambio, remdesivir evita que el virus se adhiera a una proteína llamada ACE2. ASTEX, por lo tanto, puede presentar otra forma de evitar que el virus ingrese a las células.
“Los virus no tienen maquinaria propia para ingresar a las células, para eso usan proteínas”, dijo Ibrahim. “Creemos que apuntar a las proteínas ACE es solo una de las formas en que el SARS-CoV-2 se infiltra en las células, se apropia de su información genética y se replica en el cuerpo”.
ASTEX parece haber detenido este proceso de apropiamiento de información.
“Esta potencial terapia biológica contra la COVID-19 es novedosa porque tiene dos facetas: protege las células infectadas, lo que no hace remdesivir, y también inhibe la replicación viral”, dijo el autor principal Dr. Eduardo Marbán, PhD, director ejecutivo del Heart Smidt Institute y Profesor Distinguido de la Fundación de la Familia Mark S. Siegel en Cedars-Sinai.
Los investigadores están planeando futuros estudios.
Financiamiento: el estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud con los números de premio RO1124074, 1RO1EY032149, la Escuela de Medicina David Geffen de UCLA, el Centro de Investigación de Células Madre de UCLA y el Premio Discovery del Instituto de Medicina Regenerativa de California.