CIENTÍFICOS CREAN ÓRGANOS EN UN CHIP PARA ACELERAR PRUEBAS DE MEDICAMENTOS

Científicos de Estados Unidos e Israel han logrado conectar nueve órganos, incluyendo un cerebro, un corazón y un hígado creando lo que ellos llaman un “mini humano en un chip”.

Dos nuevos estudios de la Universidad de Tel Aviv y de Harvard sobre el tema fueron publicados en la revista Nature Biomedical Engineering la semana pasada, informó el sitio The Times of Israel.

Los órganos en un chip fueron desarrollados por primera vez en 2010 en la Universidad de Harvard. Mediante técnicas de ingeniería de tejidos, los científicos introdujeron células del corazón, cerebro, riñón y pulmón en un cartucho de plástico o el llamado chip.

Actualmente, investigadores de Israel y de Estados Unidos lograron unir los diversos órganos, y demostraron que estos pueden reaccionar a los medicamentos de la misma manera que en un ensayo clínico, explicó el Dr. Ben Maoz del Departamento de Ingeniería Biomédica y la Escuela de Neurociencia de la Universidad de Tel Aviv.

Los medicamentos se prueban primero en roedores y después en humanos. Sin embargo, cerca del 60 al 90 por ciento de los fármacos que funcionan en roedores fallan en humanos, agregó Maoz.

Esto hace que el proceso de desarrollo del medicamento sea muy largo y costoso. Lo ideal sería realizar las pruebas en humanos directamente, para obtener resultados más rápidos, dijo.

Un equipo de 57 científicos de la Universidades de Tel Aviv y de Harvard, otros institutos de investigación y desarrolladores de medicamentos, trabajaron durante siete años en un proyecto para desarrollar lo que ellos llaman “una plataforma integral multiorgánica en un chip” que reacciona a los medicamentos de la misma manera que reaccionarían los humanos en un entorno clínico.

Los científicos tomaron células humanas y a través de la ingeniería de tejidos lograron imitar la función del órgano del que se tomaron las células – como el hígado o el corazón – dentro de un cartucho de plástico del tamaño de una memoria USB.

El riñón actúa como un filtro, y el corazón actúa como una bomba en el cuerpo, explicó Maoz. Los investigadores lograron diseñar el tejido de las células del riñón humano para que funcione como un filtro dentro del cartucho de plástico, creando un “riñón en un chip”. El mismo procedimiento se realizó en otros órganos como el hígado, el cerebro, la barrera hematoencefálica, el pulmón y la médula ósea, la piel y el intestino.

Además, los científicos crearon el llamado interrogador, un dispositivo robótico de transferencia de líquidos para unir “chips de órganos” individuales entre sí, de manera que imita el flujo de sangre entre los órganos del cuerpo humano.

“Creamos una máquina única que conecta entre los nueve órganos, el cerebro, el pulmón, la médula ósea y otros, como un ‘lego’, para crear un mini ‘Humano en un Chip’”, indicó Maoz.

El sistema de conexión fue probado con éxito durante al menos tres semanas, agregó la Universidad de Tel Aviv en un comunicado.

Los investigadores luego probaron su órgano en un chip con dos medicamentos para combatir la inflamación intestinal y contra el cáncer.

Maoz agregó que esta técnica podría servir como alternativa a los experimentos con animales. Otra aplicación podría ser la creación de mini órganos personalizados en un chip – cada persona con sus propias células y órganos, para probar cómo reaccionaría a una medicamento en particular.

“Podríamos crear un ‘mini yo en un chip’”, dijo. “Esto ayudaría a ahorrar tiempo y evitar el dolor de los experimentos. “El sueño es acelerar y personalizar el desarrollo de medicamentos.”

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