Una auditoría del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU revela que el brote de coronavirus podría haberse evitado si no fuera por el “encubrimiento” chino en los primeros días del brote y la propaganda de Beijing de la Organización Mundial de la Salud “repitiendo como loros”, informa el New York Post, citando el informe de 96 páginas obtenido por el periódico antes de su publicación prevista para el lunes.
El informe dice que el Partido Comunista de China destruyó pruebas y enterró datos preocupantes, “mientras nacionalizaba las cadenas de suministro y limitaba las exportaciones de las empresas estadounidenses 3M y General Motors, manteniendo bienes clave en el país”.
El informe, escrito por miembros republicanos del comité demócrata, dice: “No hay duda de que el PCCh participó activamente en un encubrimiento diseñado para ofuscar datos, ocultar información relevante de salud pública y reprimir a los médicos y periodistas que intentaron advertir al mundo”.
Citando un estudio sobre Medrxiv, una cámara de compensación en línea vinculada a la Universidad de Yale para manuscritos médicos.
El informe agregó que, “la investigación muestra que el PCCh podría haber reducido el número de casos en China hasta en un 95% si hubiera cumplido con sus obligaciones bajo el derecho internacional y respondido al brote de una manera consistente con las mejores prácticas. Es muy probable que la pandemia en curso se haya podido prevenir”, concluye.
En cambio, el 1 de enero, los funcionarios del PCCh ordenaron que el mercado de Wuhan del que se cree que surgió el contagio “se cierre y desinfecte, destruyendo la evidencia forense que puede haber proporcionado información sobre los orígenes del brote”, destaca el informe.
El informe también identifica al director de la OMS, Tedros Adhanom, como ayudante en la “ofuscación”, pidiendo la renuncia de Tedros. “La OMS ha sido cómplice de la difusión y normalización de la propaganda y la desinformación del PCCh”, advirtieron.
“El Director General Tedros debe aceptar la responsabilidad por su impacto perjudicial en la respuesta al COVID-19 y renunciar”.