CEDARS SINAI PRESENTA MÉTODO NO QUIRÚRGICO PARA LA REPARACIÓN DEL DEFECTO CARDÍACO MÁS COMÚN EN BEBÉS PREMATUROS

Una nueva técnica mínimamente invasiva para reparar el defecto congénito cardíaco más común en recién nacidos extremadamente prematuros se puede realizar con seguridad y con un alto porcentaje de éxito en bebés que pesan sólo 755 gramos, unos días después del nacimiento.

El estudio, publicado en la Revista del Colegio Americano de Cardiología: Intervenciones Cardiovasculares, detalla los resultados de un enfoque basado en catéter para reparar el conducto arterioso persistente (CAP), comúnmente conocido como “un agujero en el corazón”.

“Si no se trata, el CAP puede causar insuficiencia cardíaca y complicaciones de por vida,” dice el Dr. Evan M. Zahn, experto en cardiopatías congénitas y director del programa cardíaco congénito de la familia Guerin en el Instituto del Corazón del Centro Médico Cedars Sinai. “Las opciones actuales de tratamiento no son óptimas y están llenas de complicaciones”.

Antes del nacimiento, la sangre del feto no necesita llegar a los pulmones para oxigenarse porque la propia circulación sanguínea de la madre suministra oxígeno. La clave de este proceso es el conducto arterioso, una conexión entre las dos arterias principales del corazón que evita que la sangre del feto entre a sus pulmones. Después del nacimiento, sin embargo, el bebé necesita respirar por sí mismo, por lo que esta conexión se cierra naturalmente. Cuando el cierre falla, se produce el conducto arterioso persistente, provocando dificultad para respirar y alimentarse, hemorragias cerebrales y muerte de bebés prematuros en algunos casos.

La terapia de medicamentos tiene éxito en menos del 60 por ciento de los recién nacidos con CAP y puede causar efectos secundarios como insuficiencia renal y sangrado, explica Zahn. La cirugía tiene sus propios riesgos a corto plazo, e investigaciones recientes sugieren que los resultados a largo plazo para bebés prematuros con CAP después de ser sometidos a cirugía pueden ser peores de lo estimado previamente.

Zahn, experto en intervenciones cardíacas basadas en catéteres, y el cirujano cardíaco pediátrico Alistair Phillips, co-director del Programa Cardíaco Congénito de la Familia Guerin, desarrollaron un procedimiento de transcatéter mínimamente invasivo para el cierre prematuro del CAP infantil. Guiado por ondas de ultrasonido, el médico introduce un catéter a través de una vena en la pierna hasta el corazón y cierra el agujero.

En el estudio, 24 recién nacidos extremadamente prematuros nacidos con sólo 24 a 32 semanas de gestación fueron sometidos al procedimiento, que tuvo éxito en 21 de los bebés. Los tres bebés cuya anatomía individual impidió el cierre con el dispositivo fueron sometidos a un cierre quirúrgico exitoso. Debido a la fragilidad de algunos de los bebés en el estudio, varios de los procedimientos se realizaron en la cabecera del paciente y no en la sala de operaciones.

“El desarrollo de procedimientos basados en catéteres para bebés representa un cambio radical en el tratamiento de las cardiopatías congénitas,” indica el Dr. Eduardo Marbán, director del Instituto del Corazón del Centro Médico Cedars Sinai. “A medida que el Dr. Zahn y su equipo desarrollen estas técnicas, los padres ya no tendrán que elegir entre los riesgos de la cirugía y los de medicamentos, y los bebés tendrán un comienzo más saludable en la vida”.

A pesar de que el CAT generalmente se diagnostica en el nacimiento, algunos niños mayores y adultos lo padecen años antes de que los síntomas se noten y se diagnostiquen, dice Zahn.

“Podemos aplicar estas mismas técnicas a niños mayores y adultos con cardiopatías congénitas. Siempre es mejor para el paciente cuando podemos tratar una afección sin someterlo a riesgos y molestias de la cirugía”.

Fuente: Cedars Sinai

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