El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aterrizó en Israel el domingo por la mañana para comenzar una visita de cuatro días vista como un impulso para el primer ministro Benjamín Netanyahu antes de las elecciones del 9 de abril.
Bolsonaro inició sus comentarios en portugués durante la ceremonia de bienvenida en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión con la frase hebrea “Ani ohev et Israel”, o “Amo Israel”.
Netanyahu ve el ascenso al poder del presidente radical y conservador de Brasil como una oportunidad para reforzar las relaciones con una potencia mundial que, hasta ahora, ha sido pro palestina y, a veces, pro iraní.
“Mi amigo, el presidente, estamos haciendo historia juntos”, dijo Netanyahu, y prometió que ambos líderes firmarán varios acuerdos bilaterales, incluidos algunos sobre asuntos de seguridad.
“Brasil es un país enorme con un gran potencial. Creo que bajo su liderazgo ese potencial se hará realidad”, dijo. “Ha llegado a Israel en un momento tenso, es por eso que he ordenado a las tropas de las FDI que permanezcan desplegadas alrededor del la Franja de Gaza. Esto incluye tanques, artillería, fuerzas terrestres y fuerzas aéreas. Estamos preparados para cualquier eventualidad, y si nos vemos obligados, lanzaremos una amplia campaña. Haremos lo que debemos por la seguridad de Israel”.
Netanyahu estuvo acompañado por importantes miembros del gabinete, pertenecientes al partido Likud, una señal del significado electoral del evento. Entre ellos se encontraban el ministro interino de Relaciones Exteriores, Israel Katz, el ministro de Energía, Yuval Steinitz, el ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, y la viceministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Hotovely.
Activistas de la comunidad LGBTQ colocaron un cartel en la salida del aeropuerto en portugués con la insignia, “La Tierra Santa no quiere homófobos aquí”, en protesta a los comentarios de Bolsonaro en el pasado contra homosexuales.
El gobierno de Israel espera que Bolsonaro traslade la embajada de su país a Jerusalén aunque el líder brasileño anunció recientemente que sólo está considerando abrir una “oficina comercial allí”. A cambio, se espera que la tecnología israelí ayude al proyecto de seguridad nacional de Bolsonaro.
Bolsonaro se reunirá hoy con Netanyahu para firmar acuerdos bilaterales. Ambos ofrecerán una rueda de prensa conjunta por la noche y cenarán en la Residencia del Primer Ministro en Jerusalén.
El presidente de Brasil visitará Yad Vashem y plantará un árbol en la Arboleda de las Naciones. Más tarde visitará las tropas del Comando del Frente Doméstico para agradecer a una fuerza de rescate israelí que fue enviada recientemente a Brasil.
Se espera que se reúna con representantes de la comunidad brasileña en Israel y participe en un foro de negocios en Jerusalén. También se unirá a Netanyahu en una exposición de innovación y visitará las oficinas de empresas líderes.
Durante el viaje de cuatro días, el presidente Reuven Rivlin realizará una visita oficial a Canadá. El domingo, activistas de izquierda planean protestar por la visita de Bolsonaro.
A fines de diciembre, Netanyahu fue uno de los pocos líderes occidentales que asistieron a la toma de posesión del presidente brasileño, junto con el Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo y el primer ministro de Hungría, Victor Orban.
Durante su reunión, se discutió el traslado de la embajada a Jerusalén pero no se estableció una fecha para el movimiento y después de la reunión, Bolsonaro anunció su intención de visitar Israel para promover la cooperación entre ambos países, especialmente en materia de seguridad y tecnología.
Desde que Estados Unidos trasladó su embajada a Jerusalén hace casi un año, sólo Guatemala siguió sus pasos; Paraguay transfirió su embajada y luego se retractó.
La países miembros de la Unión Europea se oponen unánimemente a trasladar sus embajadas a la capital de Israel. Hungría abrió una oficina comercial en la ciudad y la República Checa estableció un centro cultural, mientras que en Rumania el presidente y el primer ministro están discutiendo el movimiento.
Honduras anunció recientemente que abrirá una oficina comercial en Jerusalén. Australia, cuyo primer ministro es un cristiano evangélico, anunció la apertura de una oficina de defensa y comercio en la ciudad y reconoció a Jerusalén Occidental como la capital de Israel. Filipinas ha expresado intenciones similares, pero aún no ha cambiado su política.
Fuente: Haaretz