Al menos 78 personas murieron en una serie de ataques con bomba en dos ciudades sirias controladas por el gobierno, informaron medios estatales.
Una agencia de noticias vinculada al autodenominado Estado Islámico (EI) dijo que el grupo fundamentalista estaba detrás de los ataques, que sacudieron a las ciudades de Tartús y Jableh.
Ambas localidades están situadas en la zona de Latakia, en la costa del Mediterráneo, uno de los principales bastiones del gobierno de Bashar al Asad.
Rusia, un aliado de Al Asad, tiene una base naval en Tartús así como una base aérea cerca de Jableh, que ha sido utilizada para atacar posiciones de EI.
Más víctimas
Según reportes, dos explosiones –una a cargo de un atacante suicida y otra producida por un carro bomba– sacudieron la estación de autobuses de Tartús con minutos de diferencia.
Mientras que en Jableh el blanco de los ataques también habría incluido una estación de autobuses, así como un hospital local.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos estimó en más de 100 los muertos como resultado de las explosiones, 53 en Jableh y 48 en Tartús.
Hasta ahora, ambas ciudades habían logrado escapar de los estragos de una guerra que ya ha causado más de 250.000 muertos en Siria.
Luego de los ataques, un portavoz del Kremlin dijo que estos demostraban lo frágil de la situación que se vive en Siria y la necesidad de continuar con las conversaciones de paz con los rebeldes moderados que combaten a Al Asad.
Rusia sostiene que un acuerdo con estos grupos permitiría concentrar esfuerzos en la lucha contra EI y otros grupos fundamentalistas que también actúan en el país.
fuente:bbcmundo