Altos cargos talibanes, entre los que estaban uno de los fundadores del grupo, participarán el lunes en Qatar en una nueva ronda de conversaciones con el enviado especial de Washington ante los renovados esfuerzos de Estados Unidos por encontrar una solución negociada a la guerra en Afganistán, que dura ya 17 años y es la más larga en la que ha participado.
Los talibanes, algunos de los cuales llegaron a la capital qatarí, Doha, la noche anterior, elevaron las expectativas antes del diálogo con Zalmay Khalilzad.
“Sí, hay una posibilidad de que alcancemos algunos resultados”, dijo el vocero del grupo, Zabihullah Mujahid, a The Associated Press.
Al frente de la delegación talibán estaba el mulá Abdul Ghani Baradar, un cofundador del movimiento que fue liberado el año pasado de una cárcel paquistaní donde estuvo desde su detención en una operación conjunta entre Islamabad y la CIA en 2010.
Los contactos previos se centraron en la salida de las tropas estadounidenses del país _ una demanda que los talibanes sostienen desde hace tiempo _ y las garantías de que Afganistán no se volverá a usar para preparar ataques terroristas en Estados Unidos.
Se espera que Khalilzad presione a los talibanes para que mantengan un diálogo directo con el gobierno de Kabul, algo a lo que los insurgentes se han negado hasta ahora.
Los talibanes, que dieron cobijo a Al Qaeda y a su líder, Osama bin Laden, gobernaban Afganistán antes de que las fuerzas estadounidenses invadiesen el país en octubre de 2001 tras los ataques terroristas del 11-S. A día de hoy, la milicia ha resurgido: perpetra letales ataques casi a diario contra las fuerzas de seguridad locales y controla casi la mitad del país. Consideran que el gobierno de Kabul, respaldado por Washington, es un títere disfuncional de Occidente y han rechazado repetidas ofertas para negociar con él.
Sin embargo, el expresidente afgano Hamid Karzai dijo recientemente a la AP que los talibanes dialogarían con funcionarios gubernamentales a condición de que formen parte de un grupo más amplio de figuras destacadas del país, similar al que se reunió con los insurgentes antes este mes en Moscú.
La presidencia de Baradar en Doha y destacado papel en los contactos con Khalilzad son considerados importantes por su posición dentro del movimiento talibán. El grupo tienen una oficina política en Doha.
Tras su liberación, Baradar hizo circular una grabación de audio en pastún en la que prometía a los combatientes que tendría una mayor presencia en el movimiento.
Desde su nombramiento como enviado de paz de Washington, Khalilzad ha recorrido la región, reuniéndose en varias ocasiones con los talibanes además de con los pesos pesados de Kabul, incluyendo el presidente, Ashraf Ghani. Además visitó Pakistán, India, Rusia y China y mantuvo encuentros con responsables de la OTAN y la Unión Europea.
fuente:voanoticias